🔥CAPITULO 27🔥

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Juliette

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Juliette.

Yo… no sé qué decir porque tiene razón, negué que fueran mis hermanos, pero nunca dije que Zack y Dominique no son mis amigos, aunque tampoco somos nada, al menos no me dijeron que fuéramos nada.

¿Eso se pregunta no?

Zacharie: ¿Nos friendzoneaste?

Niego con la cabeza.

Bastien: Pero no dijiste que no eran tus amigos, de hecho no le dijiste nada, estoy seguro que volverá dentro de poco diciendo que se olvidó de darnos algo solo para volver a hablarte.

Lo miro enojada y él solo me sonríe inocente antes de tomar otro trago de su bebida, se que lo está haciendo a propósito, se está jodidamente divirtiendo con las miradas enojadas y dolidas que Zack y Dom me están dando.

Dominique: ¿Por qué no dijiste nada?

Bastien: Si cielo, ¿Porque no dijiste nada?

«Por cierto, come debes recuperar energías, las necesitarás.»

Me guiña un ojo.

Algo me dice que él sabe lo que pasó entre nosotros, pero es jodidamente imposible a menos que…

«Tienes razón, necesitaré energía está noche, ellos dos me hacen gastarla muy rápido.»

Me sonríe grande, no parece mortificado porque sepa que está revisando mis cámaras y yo no lo estoy por qué me haya visto.

Jean: ¿Qué están diciendo?

Zacharie: Odio haberte hecho caso y no aprender lenguaje de señas.

Damien: Es innecesario, contigo habla para qué querrías aprenderlo.

Dominique: No lo sé, tal vez para saber que mierda se dice con tu copia.

«Mira lo que haces, estás volviendo locos a tus hombres

Está hablándome en lenguaje de señas para molestar a los demás, parece disfrutar del drama que estos hombres hacen.

Ruedo los ojos cuando Zack amenaza a Bastien entre susurros, como si a este le importará lo que dijera, dejó claro que le importa una mierda cuando siguió hablándome en señas para hacerlos enojar.

Bastien: Ella solo me está diciendo que le gusta el chocolate caliente, para un poco con tu toxicidad la espantaras.

Zacharie: Imposible.

Tiene razón, es imposible que me aleje de él por más que sea el chernóbil andante.

Bastien: Sí tu dices, puede cambiarte rápido, por si no lo haz notado le llueven oportunidades.

Señala detrás de mí y todos nos giramos para ver al mesero venir en nuestra dirección con una sonrisa enorme en el rostro y algo que no logro saber que es en la mano.

Mesero: Mis disculpas, me he olvidado de traerles azúcar.

Deja lo que parece una mini compoteras con tapa de cerámica y el mango de lo que supongo es una cuchara sobresale por uno de los laterales, miro la azucarera y a su lado miro el cubículo que anteriormente dejo con los sobres de azúcar y edulcorante junto a mis tostados.

«Ya nos diste azúcar, pero gracias

Zacharie: Deja tus manos quietas y habla como todos lo hacemos, puedes hacerlo.

Lo detiene cuando ve que me iba a contestar en lenguaje de señas, el chico enrojece un poco de vergüenza y no puedo culparlo, cuatro de estos hombres tienen sus miradas en él y el restante me mira a mi con una ceja arqueada y una sonrisa en el rostro.

Bastien: Aquí mis amigos se preguntan porque asumiste que somos sus hermanos.

Entrecierro mis ojos en su dirección y lo pateó por debajo de la mesa, ni siquiera se inmuta mientras ve como el mesero lo mira ahora.

Mesero: Se ven bastante unidos.

Me tapo el rostro resignada, quise salvar al hombre, él solo estaba haciendo su trabajo, pero en serio ¿Unidos? ¿Los seis? Está claro como el agua que el mesero solo tiró esa opción para descartar y adivinar que somos.

No somos nada y no es como si él necesitará saber una mierda sobre eso.

Zacharie: Estamos más unidos cuando hay una cama de por medio, si entiendes a qué me refiero.

Eso estuvo de más, pero como meterme en esta conversación no me llevará a ningún lado finjo que no escuché y que no hay nadie más aquí salvo mi chocolate caliente, croissant y yo.

Tomo un sorbo de mi chocolate caliente disfrutando de la explosión de sabor en mi boca y muerdo el croissant.

Dios…

Está tan deliciosamente hecho que un pequeño gemido escapa de mi boca sin poder evitarlo, la fogosa conversación con el mesero se detiene y ahora no hay solo un hombre mirándome, hay seis de ellos.

Siento mi rostro caliente ante su escrutinio, pero los ignoro y sigo comiendo esa dulce masa hojaldrada como si mi vida dependiera de ello.

Quizá lo haga a partir de ahora ¿Como no había comido antes un croissant de aquí? Mi princesito me ha comprado de todos los lugares que le he pedido, pero no sabía de este lugar.

Marcaré este lugar como mi favorito en mi mente para futuras veces en que salga a desayunar.

Cuando termino de comer el único croissant que me había pedido levanto la mirada, los ojos oscurecidos de todos incluyendo del mesero me reciben y no sé qué se supone que haga, pero seguramente no sea mirar al mesero y señalar mi plato vacío para que me traiga más.

El sale de su estupor y extiende una enorme sonrisa por su rostro mientras toma el pequeño platillo donde estaba mi croissant, desaparece y yo lo sigo con la mirada.

Dios creo que me volví adicta.

Dominique: Deja de mirarlo pequeña.

Hago ojitos de cachorrito mientras lo miro.

«Croissant

Me mira sin entender, pero mi traductor humano le dice lo que dije.

Algo así.

Bastien: Dice que tiene mucha hambre de croissant —asiento con la cabeza— y que el mesero tiene un gran trasero, por eso lo veía.

Abro la boca para decirle algo y negar lo que acaba de decir sobre mí, pero las personas me están mirando por la brusquedad con la que me puse de pie y no puedo hacer eso.

No me gustan las miradas de lástima, no me gustan las miradas jugadoras o de asco y definitivamente no me gustaría dejar de comer croissant porque me den esas miradas aquí así que me siento más enojada que nunca y los ignoró.

No les hablaré en todo el jodido día, por tóxicos mentirosos.

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