Narra Joshua
Ana: Y bueno, Joshua, estoy esperando una respuesta de qué estaban hablando —yo me estaba sintiendo entre la espada y la pared porque estoy seguro de que si mi mamá ve esa foto pondrá el grito en el cielo porque como siempre, así que rápidamente debo disimular para que no se dé cuenta.
Joshua: N-no e-es n-nada mamá, s-simplemente son c-cosas entre Eliot y y-yo.
Eliot: Si no se preocupe, Joshua no ha hecho nada malo —no entiendo por qué no me delata, si tiene la oportunidad de hacerlo.
Ana: Ah, pues eso me parece muy bien, no quiero ya más sorpresas —luego de eso mi madre se va y aún así me siento mal porque como siempre me mira como si yo tuviera la culpa de todo.
Eliot: Seguramente te diste cuenta de que te pude haber delatado en ese mismo momento, marica, si se me hubiera dado la gana, pero creo que será mucho más divertido ver qué estás dispuesto a hacer por mí —ya me di cuenta para dónde iba todo esto, maldito cabrón, ya me parecía raro que no me estuviera molestando, solo estaba esperando el momento adecuado para poder hacerlo, créanme que por dentro tenía unas ganas enormes de partirle la cara, pero no me quedó otro remedio que aceptar sus condiciones, solo de momento.
Joshua: P-pídeme lo que tú quieras, Eliot —le dije al cual él sonrió con malicia; sí, disfrútalo mientras puedas, no más.
Eliot: Ah, me parece muy bien, entonces de ahora en adelante serás mi esclavo, te quedo claro, y mucho cuidado con pasarte de listo que te mantendré bien vigilado. —Dios mío, porque me odias tanto, que ya terminé todo esto.
Joshua: Si crees que tu padre y tú siempre se saldrán con la suya, están muy equivocados. Algún día se les caerá la máscara —le dije con seguridad a Eliot porque tarde o temprano los iba a desenmascarar.
Eliot: Ja agradece que en este momento no te pego por insolente, así que mejor ven a mi pieza y haz toda mi tarea, te quedo claro —pero quién se cree este niño de papi, no puedo creer que me esté pidiendo algo así.
Joshua: Pero iba saliendo, don —en ese momento Eliot me agarró de la camisa.
Eliot: Que no te quedó claro lo que dije, Marica; ve a hacer mi tarea ahora —no me quedó más remedio que hacerle caso, aunque me doliera dejar plantado a mis amigos, pero en cuanto tuve la oportunidad los llamé por teléfono para avisarles del chantaje que me tenía Eliot.
27 de mayo del 2021
Narra Joshua
Samuel: No, si te juro, amigo, que ese Eliot me sacaba de mis casillas también —decía mi amigo con molestia y yo me sentía de la misma manera.
Joshua: Dímelo a mí que yo tenía que vivir con él y sopórtalo junto con el animal de su padre, y yo de manos atadas, sin poder saber de qué manera alertar a mi mamá.
Samuel: Pero tú sabes tan bien como yo que esa fiesta al final les duró bien poco —eso lo tenía bien presente, pero también sabía muy bien que no lo hizo solo.
Joshua: No precisamente por mí, sino con la ayuda de todos ustedes; si no, créanme que no habría podido lograr desenmascararlos.
Samuel: Exacto, pero además ese no era el único problema, ya que en el colegio teníamos a Andrea y José Luis —otro par de insoportables, pero que también les dimos su merecido.
Joshua: Lo que jamás sí pude imaginarme, es que ellos terminarían siendo un dolor de cabeza muchísimo peor.
Samuel: Ni me lo recuerdes, con solo pensar en todas las cosas que pasaron, se me pone la piel de gallina.

ESTÁS LEYENDO
¿Podremos ser felices? Joniel
RomanceUna historia de 20 años llena de mucho dolor, tristeza, angustia, mentiras, pero sobre todo de mucho amor, y al final solo queda preguntarnos, ¿Podremos ser felices?