Los soldados oscuros de Ax no tardaron en actuar.
Las sombras se fueron contra la tierra en lo que habría parecido una batalla entre dos reinos. Espadas de oscuridad contra espadas de piedras. Ambas fuertes, ambas poderosas, produciendo un sonido de choque de hojas.
La lucha entonces cambió a esa: Vyd dirigió la corriente que había concentrado por el suelo para que destrozara la estabilidad de los soldados. Cerca de mí, Nolan había derrotado a uno, le había quitado la espada de piedra y ahora estaba destrozando a otros con ella.
De fondo, aunque no visibles, escuché disparos, de seguro provenientes de Gesher y Dan, defendiéndose también.
Yo no iba a quedarme atrás tampoco. Vi en el suelo una espada de uno al que habían derribado y la tomé. Traté de defenderme de los que se vinieron contra mí. Di estocadas, barridos, tajos, que no eran nada perfectos, nada expertos, pero sí muy cargados de las ansias de sobrevivir, por lo que tenían cierta fuerza a pesar de que mis manos solo los lanzaban con impulsividad.
Al mismo tiempo busqué a Ax entre todo ese revuelo. Vi que quisieron acorralarlo muchos de los soldados de la criatura, y vi el movimiento que hizo para deshacerse de una gran cantidad de ellos:
Levantó una mano como si estuviera sosteniendo un pequeño cuenco hondo desde abajo. Desde la niebla negruzca salieron serpientes de oscuridad que envolvieron a casi todos los soldados.
En ese momento Ax cerró la mano, rompiendo lo que yo consideré el invisible cuenco hondo, y las serpientes de oscuridad apretaron a los soldados hasta reventarlos.
De haber sido humanos, eso habría creado un salpicadero de sangre y piel; una matanza grotesca.
Pero en su lugar, los pedazos volvieron a caer al suelo, a donde pertenecían.
Eso despejó mucho el patio.
Solo que...
Los trozos de tierra, piedra y grama volvieron a flotar, a compactarse y a unirse, y los soldados de la criatura estuvieron reconstruidos en unos segundos, incluso en una doble cantidad.
Mierda.
En ese pequeño intervalo de tiempo, la criatura aprovechó que parte de los poderes de Ax se habían concentrado en otra cosa y logró liberarse de las pocas cuerdas que aún lo habían tenido retenido, levantando su difícil de derrotar —e inconveniente—presencia.
Pensé que se iría contra Ax, pero por alguna razón que a mí me pareció muy rara, quizás también aprovechando que sus súbditos vivos servían de obstáculo, corrió en dirección a la mansión.
También me fijé en otra cosa: una de sus patas le fallaba en su huida.
Aunque no fui la única que notó su escape. Ax también. Miró entre los soldados mientras los mataba con el simple gesto de apretar su mano. Incluso algunos eran absorbidos por su niebla negra, desapareciendo debajo de ella.
Pero sí, se dio cuenta tanto como yo y, dispuesto a no dejarlo escapar vivo, a no terminar esa batalla hasta que uno de los dos muriera, corrió para perseguirlo.
Dejó a Vyd, a la chica y a sus soldados de sombra en su lugar para que ellos defendieran y no permitieran que ninguno de los contrarios se presentara como inconveniente.
Yo de inmediato supe qué hacer. Tenía que hacerlo.
—¡Nolan, defiende esta vía y no permitas que nadie pase! —Le pedí a la vez que yo evadí a uno que quiso golpearme—. ¡Debo entrar a la mansión y continuar siguiendo a Ax por si debo aplicar la inyección!
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S T R A N G E © [Parte 1 y Parte 2]
Science Fiction¿Qué harías si una noche encuentras a un chico semi desnudo y cubierto de sangre en tu patio? ¿Qué harías si es atractivo, pero también es perturbador? ¿Qué harías si, después de que tú y tu mejor amigo deciden ayudarlo, cosas muy raras empiezan a...