9

1.1M 108K 267K
                                    

Ay, estoy tan emocionada con la historia que traje rapidísimo el capítulo porque quiero ver sus reacciones. Espero que les guste tanto como a mí. ❤️


Si miras fijamente a Ax te das cuenta de que hace cosas extrañas

Cuando recuperé la consciencia, estábamos en movimiento.

Giré la cabeza de un lado a otro. Reconocí a Nolan conduciendo mi auto. Me tranquilizó ver que se encontraba bien, aunque tenía el rostro sudoroso, algunos mechones de cabello pegados a la frente y parecía aferrarse al volante con fuerza.

Me moví sobre el asiento del copiloto y solté un quejido apenas sentí un ardor doloroso en la pierna.

—No es una quemadura profunda —se apresuró a decir él en cuanto notó que ya estaba despierta—. Es más bien como cuando te quemas con una plancha. ¿Te has quemado con una plancha?

Eché un vistazo hacia abajo. Me faltaba pantalón desde la rodilla. Había piel roja y abultada. Y me ardía, la zona circular que abarcaba la quemadura me ardía como si me estuviera revolcando sobre una parrilla.

—No me jodas, Nolan, no parece hecho con una plancha sino con un asador —escupí y eché la cabeza hacia atrás en el asiento, exhausta—. ¿A dónde vamos?

Él dirigió una mirada rápida a mi pierna y luego volvió a mirar la carretera.

—Con Tamara para que te cure.

Percibí algo extraño en su voz. Sonaba un poco más aguda, y él solo hablaba así cuando tenía miedo.

—¿Qué pasó con la estación? —decidí preguntar.

—Para cuando llegaron los bomberos, se había quemado casi por completo. Todos están bien. Dan está bien. —Hizo una pequeña pausa, casi dudosa—. Yo... te saqué de ahí antes de que te llevaran al hospital.

—¿Por qué? Habría estado bien que me revisaran. —Emití un quejido ronco—. Siento que me arde hasta el hueso de la pierna.

—Ya casi llegamos, aguanta —se limitó a responder.

No volví a preguntar nada mientras íbamos en el auto, pero le pediría una respuesta después. Confiaba en él más que nadie, y debía de tener una buena razón para no hablar en ese momento. Aunque luego tuve la impresión de que no era buena, porque me di cuenta de que también había algo raro en su rostro: comprimía los labios como apretaba el volante y parecía... ¿nervioso?

Cuando aparcamos frente a la farmacia, estaba de turno. Nolan me ayudó a salir y me hizo de muleta para caminar. Atravesamos la puerta y escuché el sonido del televisor encendido.

—Joder, ¿qué pasó? —soltó Tamara con sorpresa.

Había estado sentada con los pies sobre el mostrador, pero apenas nos vio dio un salto y corrió hacia nosotros.

En su rostro apareció una genuina preocupación.

—Necesitamos ayuda sin tener que dar explicaciones sobre nada —pidió Nolan y señaló la quemadura en mi pierna.

Tamara alternó la vista entre ambos. Ella solía ayudarnos en cosas como obtener cigarrillos e incluso algunas pastillas para dormir cuando ambos no lo conseguíamos, pero aquello era distinto. Se veía mal. Se veía como lo que sucedía después de haber hecho algo en extremo peligroso.

—Por favor —susurró Nolan.

Ella formó una fina línea con los labios y asintió.

—Llévala atrás mientras cierro —le indicó.

S T R A N G E © [Parte 1 y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora