Extra -2 La elegida
Había pasado unos meses en los que todo estaba bien, nunca me atreví a pedirle a Leonardo que me contara él la historia de pies a cabeza, tampoco pienso hacerlo, no quiero revivir ése momento, no quería, porque después del juicio ha desaparecido como solía hacerlo en el pasado.
Aunque aún no me agrada tanto Brenda, creo que ella podría hacer algo, pues él la considera como su hermana, lo que me hace imaginar lo traumante que debió ser que él viera como aquellos hombres abusaban de su hermana, pero yo simplemente no sé que hacer, no sé como reaccionar, en que podría ayudarlo, mucho menos sino me deja y escapa de mí cada vez que su pasado vuelve a atormentarlo.
La rivalidad entre mi padre y Leonardo aún no termina, sin embargo por el embarazo logró bajar la cuerda y sus asuntos lo está resolviendo con el padre adoptivo de Leonardo, quiero que todo eso quede donde debe, quiero poder cerrar esa etapa y también que Leonardo pueda sanar sus heridas y vivir una vida plena porque lo merece, tanto tiempo tras una venganza, toda una vida llena de dolor, rencor, un rencor que terminé pagando yo por cosas de la vida.
Acaricio mi vientre suspirando. Quiero que mi bebé tenga un padre estable emocionalmente, un padre alegre y no atormentado por un pasado que no lo deja avanzar, y sé que tal vez eso se dé cuando se haya sentido saciado, satisfecho, y sé que aún no lo está.
Sé que a él le cuesta más, no puedo compararme a él, siempre fui feliz y aunque estoy luchando con nuestro pasado, él necesita más, sé que se está esforzando por mí y nuestro bebé, aún así no quiere decir que sea fácil.
POV: LEONARDO
—¿Y si ella no te lo perdona?
—Lo entenderá —aseguro sin quitar la vista del frente. —. Tendré un bebé Franco, Carina se merece un hombre que pueda estar ahí, que mi hombro sea su lugar seguro, no un monstruo, necesito esto, es mi tranquilidad.
—¿Qué hay de tu madre? —inquiere.
—Ella ya está muerta y limpié su nombre, puedo ser egoísta y buscar mi bienestar aunque su último deseo haya sido otro, mi familia me necesita. Necesito olvidarme de esto de una vez por todas.
Sostengo el anillo con mis dos pulgares acariciándolo, el mundo es cruel y estancarme en ésta vida de mierda por toda la mierda que me pasó no cambiará ése hecho, y la mujer que está a mi lado es un vivo ejemplo de que no debemos estancarnos y seguir adelante.
Suelto un suspiro y lo guardo en mi bolsillo mientras me paro del asiento, camino hacia la bañera que está a unos metros de nosotros.
—¿Estás seguro?
—Sácalos ya —ordeno haciendoles una seña a mis hombres para que llenen la bañera del ácido, me mantengo a una distancia prudente porque no cuento con un equipo de protección.
A la primera persona que mis ojos visualizan es a Alessia, después de tanto pensarlo, decidí que no quería darle una muerte rápida, no cuando ha sido ella quien ha alargado la historia, buscando una venganza que no merecía y absurda.
—Leonardo —susurra lloriqueando. —. Por favor no hagas esto, Carina no quería esto.
—No la menciones —arrojo entre dientes. —. Estoy seguro que los últimos ojos que vieron mi madre fueron los de tus hombres ¿no? Pues lo último que verás serán los míos.
—Ambos somos unos bastardos —aclara cínica-mente. —. Digo, los tres.
—Púdrete Alessia —arrojo sereno.
El ruido del auto acercándose detrás de ella la hace girar asustada, antes de poder gritarme, el auto la lanza hacia la bañera con ácido del diablo, sus gritos son como música para mis oídos, aunque me recuerdan a la imagen de mi hermana pataleando y gritando, no me importa sonar como el mismo diablo, pero me siento mejor.
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La elegida
RomanceSoy Carina, la hija de una poderosa familia de la mafia rusa, y estoy tratando de mantener un equilibrio entre mi vida universitaria y las exigencias del oscuro mundo al que pertenece mi familia. En una fiesta familiar, conocí al enigmático señor Lo...