ɪ ꜱᴛɪʟʟ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ ── 𝘋𝘺𝘭𝘢𝘯 𝘩𝘰𝘧𝘧𝘮𝘢𝘯

diecisiete

Estaba hablando por mensaje con Dylan, hablando de cualquier cosa que se nos cruzaba por la mente, hace un rato estábamos en video llamada pero el tenía que colgar porque tenía que ayudar a su madre a hacer algunas cosas. Alguien entra a mi habitación, no le doy importancia y no quito mi vista de mi celular. Se tiran sobre mi y al ver quien es, era Sadie.

── ¡Quítate que pesas!

Ella levanta su cabeza y me mira ofendida.

── Me estás llamando gorda ── dice fingiendo ofensa.

── Si ── rio y la empujo levemente.

Ella ve mi celular desbloqueado, la miro y ella me mira, retándonos, extiendo mi brazo rápidamente para tomar mi celular pero ella fue más rápida y lo toma primero, comienza a leer las conversaciones en voz alta que he tenido con Dylan hasta ahora.

── Dame mi celular.

── Uy pero que tortolitos ── dice dándome mi celular para luego pellizcar mis cachetes, la miro mal porque sabe que odio que me hagan eso ── ¿Me cuentas de nuevo cómo fue el beso?

── No, ya te lo he contado miles de veces ── dije sentándome en el borde de la cama, veo que Dylan no ha respondido mi último mensaje asi que apago mi celular ── ¿Dime que quieres?

── Solo quería venir a molestarte un rato.

──Lo hiciste, ahora largo de aquí  ── digo tomando su brazo y sacándole de la habitación, ella iba a hablarme pero le cerré la puerta en la cara dejándole la palabra en la boca.

De nuevo voy a mi celular porque me ha llegado una notificación, voy a tomarlo a mi cama feliz porque pensaba que era Dylan, pero no, al ver las notificaciones era Malachi.

Iba a responder su mensaje donde me invitaba a comer helado pero el me llamó antes de que pudiera responderlo.

── ¿Hola?

── Ariana.

── ¿Dime?

── Nada, solo quería escuchar tu voz.

── Malachi ── Lo llamó ── Podemos decir que rompimos nuestro falso noviazgo, a mis padres.

── ¿Qué, por qué?

── Ya no necesito que sigamos fingiendo.

── Entonces como ya no me necesitas, ya no me quieres hablar, ni nada que tenga que ver conmigo —dice ¿dolido?

── No es eso, porque somos amigos, eso es lo que somos.

── Está bien ── dice en un tono enojado y cuelga.

Alguien entra a mi habitación otra vez.

── Papá.

── No, es un alienígena, hija ── dice acercándose a mi para sentarse junto a mi en el borde de la cama.

Sonrío. ── ¿Qué pasa?

── ¿Quieres ir al cine más tarde con nosotros y tu novio? Una salida en familia.

Me aclaró la garganta ── Papá, yo y Malachi rompimos, de hecho nunca fuimos novios ── dije revelándole la verdad.

── ¿Qué? ── dice mirándome con terror ── ¿Cómo así? El muchacho me había caído bien.

── ¿Más que Dylan?

── ¿Qué tiene que ver tu ex novio en todo esto? Y no respondiendo a tu pregunta.