Capítulo 39

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Una semana después ... 

Jackson Romanov

—¡¿Podrías explicarme por qué Lincon Flenter está aquí?!— pregunta Mely algo enojada.

Algo...

—¡Tranquilízate mujer!, deja que expliquemos. —Sam trata de calmarla, pero hace que se altere más.

—Tienen menos de un minuto, antes de que le meta un balazo entre ceja y ceja.— accede.

Miro a Sam para ver, cuál de los dos va a explicar. Creo que ambos tenemos miedo de que no nos deje terminar y ella haga algo.

—Sucede que cuando fuimos a Dinamarca nos enteramos de que Lincon no era como Lizzy lo hacía ver.— inicia Sam.

—Él nunca quiso el imperio, no sabía nada acerca de lo que hacía Lizzy, entonces decidí perdonarle la vida, ya que había condenado a toda la descendencia Flenter.—concluyo.

—¿Cómo están seguros de eso?— pregunta.

—Desconocía toda la información.—responde Sam.

—Aparte de esto, hay que agregar el hecho de que los demás integrantes eran conocedores de los actos realizados por Lizzy.

Río internamente ya que Sam y yo parecemos niños dando explicaciones por orden.

—Bien.— respira profundamente.— no lo mataré, por el momento.

Ambos soltamos el aire contenido, ya que Lincon no sería el uno que recibiría un balazo, también nosotros.

—¿Ya no nos vas a matar?—pregunta Sam.

—No por el momento.—responde.—Nos vemos luego.— se me acerca y me besa para luego irse de la oficina.

Sam y yo nos miramos, como si acabáramos de salir de la pero batalla.

—Salimos vivo.— dice y asiento.

—Necesito tu ayuda en algo.— digo y asiente.

Tomo mi laptop y le enseño lo que quiero, este se emociona como un niño pequeño.

—Le pediría ayuda a Nick, pero está algo ocupado con la reconstrucción de la nueva mansión y Cecilio, no puedo comunicarme con él diariamente.—explico.

—¿Entonces me tienes como tercera opción? Wao, ni siquiera de segunda. Me siento muy ofendido Romanov.— dice fingiendo estar dolido.

—¿Me ayudarás?— voy al punto.

—Claro que sí, dame una hora y tendré diez opciones.— asiento.

—Hazlo sin que ella se entere.—le recuerdo.

—Por supuesto.

Tomo asiento frente al escritorio, presiono el comunicador con mi secretaria.

—Haz pasar a Lincon.

Minutos después entra Lincon, toma asiento enfrente de mí; lo noto algo incómodo, aunque no puedo culparlo, desde que llegó tuvo que enfrentarse al carácter de Melany sin desayunar, hasta yo me sentiría así o peor.

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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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