Capítulo 11

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Jackson Romanov


—Propongo que entre los tres demos con la persona responsable de que la RRF esté devuelta. — sugiere Flenter.

Nos encontramos en una reunión confines de devolver a la tumba la RRF y por lo que veo no hay muchas ideas.

—Si nos unimos daremos con el responsable en menos de dos semanas, pero como nos tienen vigilados podrían saber que estamos detrás de ellos y podrían ir un paso delante de nosotros, por lo tanto, nosotros no haremos las gestiones, las harán nuestros hombres de confianza. — digo, no estando dispuesto a cambiar mi plan.

—Por mí está bien. — Dice Russo. Y por supuesto que está bien, después de todo el de la idea fui yo.

—Solo hay un detalle. — tomo un respiro. —Aún no tengo hombre de confianza. — ¿Me está jodiendo?

—¿Cómo que no tienes hombre de confianza a estas alturas? — interrogo.

—¿Sam podrías ser mi intermediario? — pregunta Flenter.

—Tendrías que preguntarle a mi jefa. —pregunta Sam mirando a Russo.

—Hasta que consigas persona de confianza. — accede. ¿Qué tanta amistad tiene que se prestan hombres de confianza?

—Con tal de que el plan se haga como propuse todo bien. — simplifico.

Cerramos el acuerdo cotando que mañana Sam y Nick sea los que investiguen y traten todo lo relacionado con la RRF.

Cuando salimos me topo con Russo quien no puede apartar la vista de mis ojos y yo tampoco de los de ella.

Joder, como extrañaba ver esos hermosos ojos, o más bien la extrañaba a ella por completo, tenerla cerca.

— ¡Solo bésense! — gritan Sam y Nick sacándonos de nuestra burbuja.

—Mmm... nos vemos luego Romanov. — se despide.

— Así será Russo. — da la vuelta y se va alejando junto con Sam.

Nick se me acerca y no hago más que mirarlo mal.

— Eres muy simpático James. — digo comenzando a caminar saliendo de la casa Flenter él me sigue.

—Eso me dicen.

Lo ignoro y sigo caminando con dirección a mis camionetas donde me subo y mis hombres me siguen de cerca.

Luego de un tiempo llego a la mansión y como todo está en orden y en paz decido que es tiempo de relajarme, por lo tanto, voy hacia el jardín y me siento al frente de la piscina, pido que me traigan whisky y en menos de un minuto ya está en mis manos, comienzo a cerrar los ojos relajándome.

—¡Hasta aquí llegó lo nuestro Jackson Romanov! — y ya se acabó mi paz. Joder.

—¿Ahora qué hice? — pregunto acomodándome.

—¡Unas de las malditas putas con las cuales has cogido me ha amenazado con un arma! — Me grita Kate.

— Bien. ¿Te quedarás aquí o te irás?, porque tengo que mandar hombres para que te vigilen, después de todo le prometí a tus padres que te mantendría con vida, no importa qué. — ella se calma.

—Para que veas que no soy tan hija de puta, me quedaré, pero dormiré en otro cuarto. — propone.

— Bien, ¿Algo más? Porque si no es mucho pedir quiero tener mi maldito momento de paz.

No dice nada más y se va, yo sigo en mi hermoso descanso que muy pocas veces tengo.


...


— Me voy a la reunión con Sam. — me dice y yo le paso los documentos.

En el día de ayer, después de mi momento de relajación, tome nuevamente mis actividades, preparando todo para hoy.

— Bien, cualquier cosa me avisas James. —asiente y se va.


Nick James.


Salgo de la oficina de Jackson y me dirijo al estacionamiento donde tomo las llaves del McLaren Senna salgo del garaje, no llevo a nadie conmigo, ya que mientras menos personas sepan a lo que se hará mejor.

Comienzo a conducir a la dirección que Sam me envió, es una casa en el bosque que le pertenece a la familia Russo, si no mal recuerdo es donde los señores Russo fueron asesinados.

Luego de cuarenta minutos ya estoy en el lugar, sigo más adelante hasta que veo a Sam recostado de un Koenigsegg Agera, Me estaciono y bajo.

— Me gusta. — hago referencia al Koenigsegg.

— Lo compré ayer.

Ambos entramos a la casa, él enciende las luces y nos dirigimos a donde se encuentran todos los equipos de vigilancia y rastreo.

— Bien, investigue un poco y todos los atentados tienen algo en común, en ciertos puntos se ven las iniciales LR, aún no sé qué significan. — dice mostrándome varias fotos de los atentados.

—He escuchado esas iniciales, pero no las recuerdo del todo. — digo dirigiéndome a la computadora que se encuentra a su lado.


...


Luego de varias horas en investigación llegamos a la conclusión que los responsables han estado comprando explosivos y armas a la compañía diamantium, una compañía experta en eso, según lo investigado.

— Bien, ya sabemos dónde comenzar a buscar. — digo anotando la dirección.

—Sí, Mañana comenzamos, ahora hay que informar a Jackson y a Melany.

— Y a Lizzy Flenter.— agrego.

— Ojalá y encuentre a alguien de confianza, no me siento cómodo también representándola, estoy acostumbrado a mi enojona, mandona, problemática, rencorosa y exigente jefa. — dice apagando todo y cerrando la puerta, quedamos en el vestíbulo.

— Pensé que era el único que tenía jefe impulsivo y mandón. — ambos reímos. — pensé que Melany era más pacífica, a Jackson cuando se le mete algo en la cabeza no lo deja ir ni por qué lo maten.

— Son tal para cual. — decimos al unísono. Salimos de la cabaña riendo.

— Deberíamos juntarlos. — dice Sam quitando el seguro del Koenigsegg.

— Concuerdo contigo. 

—Bien. Nos vemos mañana James. — se despide.

— Por supuesto, Lanssere.

La Mafia Roja #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora