XV

24 4 1
                                    

Regresar a Londres fue un gran escándalo, las personas rápidamente habían descubierto el compromiso de mi hermano, algunos comenzaron a decir cosas hirientes acerca de Yoongi, que había seducido a mi hermano para terminar en nuestra familia y otros decían que seguramente era un cualquiera, concluimos en que solamente estaban celosos de que mi mejor amigo había acaparado al codiciado nuevo duque y les dolió más ver que mi hermano estaba más que enamorado de su prometido, así que, esos rumores así como llegaron, se esfumaron rápido y unas semanas después de nuestro regreso, ya estaban planeando la boda, ya habían hecho su re anuncio en sociedad por medio del periódico, que mejor forma de hacerlo saber que por medio de lo más leído en la época, además de que ayer exactamente fueron a pedir una licencia especial, no porque quieran casarse de inmediato o tal vez si, no me contaban del todo sus planes, pero era algo debían hacer, sobre todo porque mi hermano anhelaba darle una boda de ensueño a mi mejor amigo.

— El arzobispo de Canterbury nos concedió la licencia — anunció su hermano cuando entró a la biblioteca donde estaba leyendo cómodamente.

— Son buenas noticias, ¿cómo está Yoongi con eso?

— Emocionado, más cuando le dije que nos casaríamos en la capilla real — frunció el ceño.

— ¿La de St. James's Palace? — Jin asintió — es un lugar precioso, seguramente Yoongi está jalando su cabello de lo costoso que será todo, además de que ellos...

— Le dije que no tendrían que preocuparse, con lo que pudieran contribuir estaba más que perfecto, si en algún momento su presupuesto no podía cubrir los deseos de mi prometido no tendría problema en pagarlo, con tal de que Yoongi tenga lo que desea — sonreí feliz por eso, Jin amaba a mi mejor amigo y eso solo podían decirlo sus ojos, aquellos que ahora tenían un brillo particular cada que lo menciona.

— Parece que planeas tener la boda del año.

— Por supuesto, quiero estar en boca de todos, antes de que el gran duque y tú, querido hermano, anuncien su compromiso y me roben protagonismo — se dejó caer en una silla cruzando sus piernas y yo reí.

— Eres un vanidoso.

— Lo sé, hermano y no tengo miedo a aceptarlo.

Nuestra plática terminó ahí, pero la compañía permaneció, él comenzó a revisar asuntos de los negocios familiares, mientras que yo seguía en mi mundo de palabras e imaginación. Jungkook había regresado a Luxemburgo mucho antes que nosotros, lo extrañaba con el alma, pero tenía una responsabilidad muy grande, así que hubiera sido egoísta de mi parte pedirle que se quedara.

Aunque...

— Perdón por la interrupción mis lores, pero llegó correspondencia — mi hermano se acomodó en su asiento.

— No hay cuidado, ¿quién lo envía? — Jin parecía ansioso, como si esperara algo.

— Es para lord Jimin, de parte del gran duque Jeon — no me sorprendí, o bueno, no tanto, pues prometió escribir como la última vez, me levanté tomando la carta.

— Se lo agradezco mucho — sonreí, el hombre frente a nosotros hizo una leve inclinación con su cabeza y se retiró.

— ¿Qué tanto escribe tu prometido, querido hermano? — siguió con sus libros de cuentas y una mueca.

Jin me prestó su abre cartas y rasgue el papel, dentro venían unas cuantas hojas. Al parecer este tiempo que estuvimos en la residencia en el distrito del lago se habían vuelto muy amigos, sobre todo después de haber aceptado la propuesta de Jungkook.

— Eso es algo que no te incumbe, querido hermano, son cosas privadas entre mi prometido y yo — burlón me senté en el sofá que había estado ocupando todo este tiempo para poder leer la carta.

KRONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora