KRONE

XVI

Estaba como loco, no sabía porque, tal vez porque la boda de Jin sería dentro de dos días y las cosas en casa estaban siendo demasiado rápidas, empleados corriendo de un lado a otro, tratando de tener todo listo para ser llevado a uno de los invernaderos más exclusivos y hermosos de todo Londres, a petición de mi cuñado, por supuesto, quien le gustaría estar rodeado de naturaleza y en sus palabras "para poder escapar si en algún momento se abruma", también ese era otro factor de mi desespero, porque Yoongi ha estado demasiado sensible respecto a la boda y yo soy quien tiene que consolarlo, o quizá es porque el señor Jeon había llegado de imprevisto ayer cuando en su última carta había especificado que llegaría un día antes de la boda y ahora estaba con él en el salón principal compartiendo una taza de té mientras no para de hablar de lo absolutamente emocionado que se encuentra por la boda... nuestra boda.

— Estoy intentando arreglar todo con mi corte, para que estén conscientes que estoy seguro de casarme con usted, además que si usted lo dese, la boda puede ser en Luxemburgo, después de que su hermano regrese de su luna de miel, podemos hacer el anuncio de nuestro compromiso una vez pasado ese lapso y posteriormente podrá viajar a mi nación para que se vaya familiarizando, también puedo mostrarle los lugares más bellos donde podría ser la recepción, usted está en libertad de escoger... pero, al parecer no se encuentra muy emocionado.

Sus ojos tristes me miraron y yo dejé de beber de mi taza, Jungkook dejo la suya en la mesa de café y me tomo las manos enfundadas por los guantes, todavía no estaba usando el anillo, no me sentía listo, no cuando mi familia ya tuvo muchos escándalos.

— Algo lo esta abrumando — sonreí.

— Me conoce.

— Es mi deber como su futuro esposo conocer cuando no está conforme, así poder solucionarlo — sus palabras fueron como un abrazo a mi corazón.

— Si puedo ser sincero, estoy comenzando a guardar miedo — él me miró preocupado.

— ¿Ya no está seguro por la boda?, o... ¿de mi? — rápidamente negué con suavidad dándole una sonrisa de total seguridad.

— Al contrario, jamás imaginé ni en mis mejores sueños que llegaría a estar tan feliz por casarme, sobre todo lo soy porque lo haré con usted — eso pareció borrar el mal momento de su rostro — soy el omega más feliz de estar comprometido con alguien como tú... que vela siempre por mi bienestar, que me hace reír y sentir una extrema felicidad, pero sobre todo, creo que jamás imaginé que me casaría por amor, por más que lo haya deseado desde que tengo memoria.

— ¿Pero? — su voz no era de reproche, pues esta era tan suave y dulce que parecía susurrar miel — está bien tener un pero.

— Pero tengo miedo de no ser suficiente, me prepararon toda mi vida para ser el esposo ideal de cualquiera, para ser un compañero que apoya incondicionalmente a su pareja, pero jamás para la responsabilidad de ser el omega consorte del gran duque de Luxemburgo, quien es prácticamente un rey — sus ojos me miraron con ternura mientras sus caricias eran tan delicadas que temía dormir por ellas.

— Si pudiera no serlo — su mano fue a mi mejilla acariciando con ternura — si pudiera renunciaría a mi título si usted así me lo pidiera... porque sería todo lo que usted quisiera con tal de que no se sienta como en estos momentos — me debilito su cariño y su dulzura, que no dude en acercarme a dejarle un beso suave en sus labios, aquellos que extrañe todo este tiempo.

— Siento que últimamente me aprovecho de sus labios — susurre sobre ellos, mientras me regalaba una sonrisa.

— Aprovéchese lo que quiera, jamás me negaré.

Íbamos a compartir otro cuando las puertas se abrieron y nos separamos inemediatamente dejando una distancia considerable entre nosotros, Yoongi estaba ahí con un traje de color hueso donde una fina capa de tul de organza iba bajando de sus hombros hasta el suelo, donde estaba comenzando acumular ciertas partículas de polvo y suciedad, parecía molesto.