12.

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Faltaba un día para el primer partido de Argentina. Los jugadores andaban muy alborotados, mientras que el equipo técnico y demás estaba muy tranquilo. Confiaban en ellos, en su forma de jugar y plantarse.

La tarde lluviosa y nublada le recordaba a Clara un poco a Inglaterra y se puso melancólica y nostálgica. Se encontraba en la terraza, fumando, mirando hacia los edificios, cuando Enzo apareció atrás suyo.

Al jugador le gustaba subir y quedarse, también porque un poco tenía la esperanza de encontrársela a ella.

— ¿En qué pensás? —le preguntó él, ella ni se movió de donde estaba.

— En Inglaterra —contestó Clara.

— ¿Extrañas?

— Un poco, la vida era distinta allá —exhaló Clara.

— Sí, era más divertida cuando estabas —murmuró Enzo.

Clara se dio media vuelta y lo miró de frente, no quería tener estas conversaciones de nuevo. Pero el jugador la frenó antes de que pudiera decir algo.

— Cortamos con Valentina.

La cocinera cerró la boca y se puso a su lado nuevamente, sin saber bien qué decir.

— ¿Por qué? —indagó.

— Por vos.

Enzo la miro fijo, un poco inquieto. Temblaba de frío y de nervios.

— Perdón —se disculpó Clara.

— No es tu culpa, yo... estoy muy confundido.

— ¿Con qué?

Clara miraba hacia la nada y Enzo la miraba a ella.

— Con vos.

— Perdón —insistió Clara.

— Necesito aclarar unas cosas en mi cabeza antes, pero, ¿puedo pedirte un favor? —pidió Enzo, ella asintió— No te veas más con Cuti.

Ella dejó escapar una sonrisa y un suspiro, sabía que la mano venía por ahí.

— Me dijo que no cogieron y eso me deja más tranquilo.

— Enzo, no podés decirme qué hacer.

Enzo se sentía superansioso, sin saber expresar bien todo lo que le pasaba por la cabeza.

— Entonces, ¿te lo vas a coger? —indagó el jugador.

— Tal vez.

— Pero si yo no estoy más con Valentina...

— Pero si yo no estoy con vos —murmuró ella.

— Clara...

— Enzo...

Los dos se miraron en silencio durante unos segundos, hasta que Enzo no tolero más mirarla a los ojos. Agachó la cabeza y asintió.

— Está bien —murmuró él, entrando de brazos cruzados al hotel.

Clara se quedó ahí, fumando lo que quedaba de cigarrillo, mirando hacia los edificios. Le dolía toda esta situación, no era tan sencillo como dejar a Valentina y estar con ella. No funciona así, al menos no para la cocinera. Si se deshacía tan rápido de su novia para estar con otra, ¿qué quedaba para Clara?

Pero, ¿qué le hacía pensar que Enzo quería algo serio con ella?

— Clara —dijo Enzo desde atrás, apareciendo de nuevo.

La cocinera se dio la vuelta y Enzo camino a pasos largos hasta ella. Le agarró la cara y le plantó un beso en los labios. Clara se quedó inmóvil durante unos segundos y luego le correspondió, acompañando el movimiento de los labios de él.

𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 ɪɪ | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴀᴍɪꜱᴛᴏꜱᴏꜱ | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora