¡Un Payaso Como Novio! ୨୧ Sunki

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Riki estaba en la cocina de su casa, concentrado en preparar algo de comer para él y su hermano menor, Taki.

—¿Qué estás haciendo, Riki? ¿Hamburguesas? —preguntó Taki,apareciendo en la puerta de la cocina, mientras observaba cómo su hermano mayor cocinaba.

Riki asintió con una sonrisa.

—Exactamente, Taki —respondió Riki, con una sonrisa.

Justo en ese momento, la puerta principal se abrió y Jay entró en la casa con una sonrisa radiante.

—¡Hola, familia! —exclamó Jay, cerrando la puerta detrás de él.

Taki se giró al reconocer la voz de Jay y su rostro se iluminó con una sonrisa.

—¡Jay! ¡Estamos haciendo hamburguesas! —anunció, corriendo hacia Jay y abrazándolo con fuerza.

Jay rió mientras devolvía el abrazo de Taki.

—¡Genial! ¿Puedo ayudar en algo? —preguntó Jay, mirando a Riki con una sonrisa.

Riki miró a Jay con una expresión de sorpresa fingida.

—¿Jay ofreciéndose a ayudar en la cocina? ¿Qué mundo es este? —bromeó Riki, levantando las cejas con incredulidad.

Jay puso una mano en su pecho, fingiendo estar ofendido.

—¡Hey! Soy todo un caballero cuando se trata de cocinar. Solo porque no lo hago a menudo no significa que no sea bueno en ello —respondió Jay, adoptando una pose de orgullo exagerado.

Taki se echó a reír ante la actuación de Jay, mientras Riki sacudía la cabeza con una sonrisa.

—Está bien, rey del drama. Si quieres ayudar, puedes dejar los platos en la mesa y servirnos jugo. Eso sería de gran ayuda —dijo Riki, con una sonrisa divertida.

Jay fingió una expresión de indignación.

—¿Solo los platos y servir jugo? ¿No confías en mis habilidades de cocina? —preguntó Jay, poniendo una mano en su pecho dramáticamente.

Riki rió, sacudiendo la cabeza.

—Confío en tus habilidades, Jay. Pero hoy solo lo haré yo —respondió Riki, señalando hacia la mesa con un gesto de cabeza.

Jay suspiró de manera exagerada, pero luego sonrió y asintió.

—Está bien, estaré a cargo de los platos y el jugo entonces —exclamó Jay, dirigiéndose hacia la mesa.

Mientras Jay se ocupaba de poner la mesa y servir el jugo, Riki continuó preparando las hamburguesas, mientras Taki observaba con interés todo el espectáculo.

Riki terminó de arreglar las hamburguesas y las dispuso en una bandeja. Con cuidado, caminó hacia la mesa y las colocó frente a Jay y Taki, quienes lo observaban con atención.

Al levantar la mirada, notó que Jay lo observaba con atención, como si estuviera a punto de decir algo.

—¿Quieres decirme algo, Jay? —preguntó Riki, con curiosidad.

Jay titubeó por un momento, pero luego sonrió.

—En realidad, sí. Solo quería decirte que para la próxima, déjame ayudar. Sé que siempre estás ocupado con la universidad, cuidando de Taki y trabajando, y a veces no tienes tiempo para ti mismo. Quiero que descanses un poco y que no cargues con todo tú solo —explicó Jay, con voz suave y comprensiva.

Riki se quedó mirando a Jay, sorprendido por sus palabras. La ternura en la expresión de su amigo lo conmovió profundamente.

—Jay, sabes que es mi responsabilidad...

Riki se detuvo abruptamente al sentir el zape en su cabeza, y soltó un pequeño quejido, frotándose el lugar donde Jay lo había golpeado.

—¡Oye! ¿Qué fue eso por? —exclamó Riki, frunciendo el ceño hacia Jay.

Jay rodó los ojos con diversión.

—No seas necio, Riki. Sabes que siempre estaré aquí para ayudarte, incluso si te niegas. Además, ¿quién más va a asegurarse de que las hamburguesas no se quemen mientras estás ocupado con Taki?

Riki suspiró, incapaz de resistirse a la insistencia amistosa de Jay.

—Está bien, está bien. Aprecio tu ayuda, Jay —admitió Riki, con una sonrisa resignada.

Jay sonrió triunfalmente y le dio un pequeño puñetazo en el hombro en señal de victoria.

—¡Eso es lo que quería escuchar! Ahora, vamos a comer —preguntó Jay, mirando las hamburguesas con entusiasmo.

Jay observó de reojo a Riki mientras se sentaba a la mesa y comenzaba a comer. Una sonrisa tierna se formó en sus labios al ver a su amigo disfrutando de la comida. Sabía que para Riki, estar solo y cuidar de Taki desde una edad tan temprana había sido difícil, y aún más con la presión de la universidad y el trabajo.

Recordó cómo Riki había asumido la responsabilidad de cuidar de Taki cuando apenas era un adolescente, sacrificando su propia juventud para asegurarse de que su hermano menor creciera feliz y saludable. Jay admiraba profundamente la dedicación y el amor de Riki hacia su única familia, pero también entendía que a veces necesitaba ayuda y un descanso.

Mientras compartían la comida, Jay decidió que haría todo lo posible para apoyar a Riki y aligerar su carga siempre que fuera posible. Sabía que era importante para Riki sentirse apoyado y cuidado, especialmente después de todo lo que había hecho por Taki y él.

Con esa determinación en mente, Jay sonrió a Riki, expresando su apoyo silencioso y su gratitud por tenerlo como amigo.

sunxkoov

Capítulo corto y ¿sentimental? <3

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