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Sunoo y Jungwon se sentaron juntos en una mesa de la cafetería, cada uno con una bandeja de desayuno. El sol de la mañana se filtraba por las ventanas, creando un ambiente cálido y acogedor. Sunoo, con una expresión pensativa, jugueteaba con su taza de café mientras Jungwon lo observaba con una sonrisa traviesa.

—Entonces, ¿cómo te sientes después de ayer? Parecías bastante nervioso cuando Ni-Ki apareció —preguntó Jungwon, levantando una ceja con curiosidad mientras tomaba un sorbo de su jugo de naranja.

Sunoo se sonrojó ligeramente al recordar el encuentro con Ni-Ki en el parque de atracciones. Dejó escapar un suspiro y miró a Jungwon con una mezcla de resignación y diversión.

—Sí, estaba un poco nervioso. Me sorprendió que haya venido y... su forma de hablar tan... directa —admitió Sunoo, revolviendo su café distraídamente.

Jungwon sonrió, disfrutando de la sinceridad de su amigo.

—Bueno, eso es lo que lo hace interesante, ¿no crees? —comentó Jungwon, apoyando la barbilla en su mano mientras observaba a Sunoo.

Sunoo se rió suavemente, asintiendo con la cabeza.

—Sí, supongo que sí. Es solo que... Ni-Ki tiene una forma de ser tan diferente a la mía. Siempre es tan seguro de sí mismo, y yo... bueno, ya sabes cómo soy —dijo Sunoo, encogiéndose de hombros.

Jungwon se inclinó hacia adelante, con una mirada comprensiva.

—Sunoo, eso es lo que te hace especial. Eres genuino y amable. No necesitas ser como Ni-Ki para ser interesante. De hecho, creo que a Ni-Ki le gusta tu forma de ser —dijo Jungwon, sonriendo de manera alentadora.

Sunoo se quedó en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de su amigo. Finalmente, asintió lentamente.

—Jungwon, si estás pensando lo que estoy pensando, olvídalo... —dijo Sunoo, mirándolo con seriedad y tristeza.

Jungwon soltó un suspiro, comprendiendo la seriedad en los ojos de Sunoo. Tomó un sorbo más de su jugo de naranja y luego dejó la taza sobre la mesa con cuidado.

—Sunoo, sé que tienes cicatrices profundas. Entiendo por qué te sientes así —comenzó Jungwon, manteniendo su mirada fija en Sunoo—. Pero no puedes dejar que esa experiencia te impida vivir y sentir de nuevo.

Sunoo bajó la mirada, sus dedos jugueteando con el borde de su taza de café. Recordar el pasado siempre traía una mezcla de dolor y desconfianza que le resultaba difícil de superar.

—Es difícil no tener miedo, Jungwon. Lo que me hizo... fue cruel. Me dejó destrozado. —dijo Sunoo en voz baja, con una tristeza palpable en sus palabras.

Jungwon extendió la mano y la colocó sobre la de Sunoo, dándole un apretón reconfortante.

—Lo sé, Sunoo. Y nadie te está pidiendo que olvides lo que pasó. Pero debes recordar que no todas las personas son como tu ex-novio. —dijo Jungwon con sinceridad, su voz suave pero firme.

Sunoo levantó la mirada, encontrando el apoyo y la confianza en los ojos de su amigo. Tomó un respiro profundo, tratando de absorber las palabras de Jungwon.

—¿Y si vuelvo a salir herido? —preguntó Sunoo con un tono vulnerable, temiendo la respuesta.

Jungwon le dio una sonrisa cálida y alentadora.

—No te voy a mentir, Sunoo. Sentir y arriesgarse siempre conlleva la posibilidad de salir herido. Pero también es la única manera de encontrar algo real y hermoso. Y no estás solo en esto. Yo estoy aquí para ti, pase lo que pase. —aseguró Jungwon, su voz llena de convicción.

¡Un Payaso Como Novio! ୨୧ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora