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Riki se quedó unos momentos más en la cocina, perdido en sus pensamientos mientras observaba el lugar donde Sunoo había estado. Sonrió para sí mismo antes de darse cuenta de que Seungmin aún esperaba su jugo. Se acercó al refrigerador, sacó el jugo y luego tomó dos vasos del mueble, uno para Seungmin y otro para él mismo.

Con los vasos llenos de jugo en la mano, Riki se dirigió hacia la habitación de Seungmin. Al llegar, vio a Seungmin completamente absorto en su videojuego, con la mirada fija en la pantalla y los dedos moviéndose rápidamente sobre el control.

—Aquí tienes tu jugo —dijo Riki, entregándole uno de los vasos a Seungmin, quien apenas levantó la vista de la pantalla.

—Gracias, amigo —respondió Seungmin sin apartar la mirada de su juego—. Tardaste mucho, Riki ¿qué te tomó tanto tiempo?

Riki sonrió ligeramente, recordando la interacción con Sunoo.

—Nada importante, solo me encontré con Sunoo en la cocina —respondió, intentando mantener un tono casual.

Seungmin levantó una ceja, sin dejar de jugar.

—¿Con Sunoo? —repitió, su voz denotando sorpresa y curiosidad—. ¿Y qué estaban haciendo?

Riki se recostó en la cama de Seungmin, observando la pantalla del juego mientras su mente seguía divagando..

—Solo le ayudé a alcanzar un vaso. Parecía un poco frustrado por no poder alcanzarlo él mismo.

Seungmin se rió entre dientes, finalmente apartando la vista de la pantalla por un momento para mirar a Riki.

—Sí, Sunoo es un poco enano —dijo con una sonrisa—. Pero es un buen chico. ¿Se puso muy nervioso?

Riki sonrió, recordando la expresión sonrojada y los nervios evidentes de Sunoo.

—Sí, un poco —admitió—. Pero fue... lindo.

Seungmin arqueó una ceja y sonrió ampliamente.

—¿Lindo, eh? —dijo con un tono burlón—. ¿Te gusta mi hermano?

Riki rodó los ojos, pero su sonrisa no desapareció.

—Solo digo que es agradable —respondió, tratando de sonar despreocupado—. No hay nada de malo en eso.

Seungmin volvió a concentrarse en su juego, pero su sonrisa permaneció.

—Bueno, Sunoo es así —dijo—. Pero me sorprende que hayas tardado tanto solo para ayudarlo con un vaso.

—Bueno, nos quedamos hablando un poco. Parece que le gustan las novelas de detectives.

Seungmin hizo una mueca de sorpresa, pero no apartó la vista del juego.

—¿En serio? —dijo, su tono lleno de curiosidad—. Nunca me imaginé que a Sunoo le gustaran esos libros.

Riki asintió, aún con una sonrisa en los labios.

—Sí, parece que tiene un gusto interesante —respondió, pensando en lo mucho que le gustaría conocer más sobre Sunoo y sus intereses.

Seungmin hizo una pausa en su juego y giró para mirar a Riki, con una sonrisa pícara en el rostro.

—Parece que te interesa mucho lo que le gusta a Sunoo —dijo con una sonrisa traviesa—. ¿Hay algo que quieras contarme, Riki?

—No digas tonterías, Seungmin —respondió, tratando de sonar indiferente—. Solo estoy siendo amable. Es tu hermano, después de todo.

¡Un Payaso Como Novio! ୨୧ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora