Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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40 - Seguro (1)
[POV de Physis]

Abrí los ojos. Era demasiado vívido para ser sólo un sueño que había tenido porque estaba borracho y me sentía sucio.

Lo que decía se repetía una y otra vez en mi cabeza.

[No sabes lo que le gusta o lo que la hace feliz, nada de eso... ...Ni siquiera intentaste averiguarlo].

Era amargo, pero era verdad.

Sobre el tema de desearle lo mejor, no sabía nada de ella. No fue sólo eso; ni siquiera le hablé de mí o de cómo me sentía. Simplemente me lo salté y correspondí a sus palabras con una buena actitud.

Por supuesto, eso por sí solo podría haber aliviado en cierta medida el corazón de Adilun, pero... ...No se había resuelto ninguno de los problemas esenciales, y no podía evitar sentirse ansiosa.

Después de saber cuál era el problema, pude entender por qué había estado ansiosa y reacia a verme últimamente.

Adilun aún no ha ganado confianza en mí".

Cuando pensé en la violencia que había mostrado y en los insultos que le había proferido directamente... ... sería extraño que se dejara convencer tan fácilmente.

De repente, mis ojos se abrieron de par en par y me quedé ensimismada.

Preguntas sin respuesta daban vueltas en mi cabeza, y perdí la confianza en mí mismo.

¿Por qué quería que fuera feliz? ¿Es simplemente por culpa?

Si digo la verdad, ¿lo aceptará Ailun?

¿Desaparecerá la inquietud en su mente sólo porque haya pasado el tiempo prometido?

A las preguntas que habían surgido, intenté responderme a mí mismo.

¿Por qué le deseé felicidad?

Era porque ella brillaba más que nadie en la novela que había leído, y perseguía el objetivo que yo perseguía.

Sabía que había vivido una vida de vergüenza.

Traté a mucha gente con dureza, y mi vida pasada, que daba por sentada, no tendría justificación.

Aun así... ... intenté cambiar, o al menos intenté hacer el bien. No tenía nada que decir si alguien lo llamaba hipocresía, pero al menos estaba orgulloso de mí mismo. Al menos, era mejor que la inacción y clamar por el bien.

Desde mi punto de vista, Adilun era la figura más ideal.

Aunque la condenaban al ostracismo y la odiaban, daba un paso al frente en cada crisis y salvaba incluso a quienes la insultaban.