Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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44 - Más que nadie

[POV de Physis]

En cuanto abrí la puerta, vi a la mujer más hermosa que jamás había visto.

Cuernos en lo alto de la cabeza, pelo azul oscuro como el cielo nocturno, hipnotizadoramente húmedo como si acabara de darse un baño, y por último... ...Los brillantes ojos dorados que parecían decirme que aquella mujer que tenía delante era Adilun.

Al preguntarle directamente, una voz suave pero agradable salió de su boca como de costumbre.

"¿Tú eres...?"

"Sí."

"Adilun. Las escamas... ... . ¿Qué ha pasado?"

"Yo tampoco lo sé. Sólo... ... Después de bañarme, me empezó a picar todo el cuerpo, y cuando me rasqué, las escamas se cayeron".

"¡Qué! ¿Estás bien? ¿Hay algún lugar donde sientas dolor?"

"No. No creo que lo haya... por ahora".

"Haa. Qué suerte, estaba preocupado..."

Me preocupaba que si las escamas de su cuerpo fueran arrancadas con fuerza por ella misma, si ese fuera el caso, entonces tendría una expresión de dolor en su rostro. Pero en el campo, parecía feliz, parecía que no era el caso.

En vez de admirar su belleza, me sentí más bien afortunado; ya no tendría que enfrentarse a los cotilleos sobre su aspecto.

Más bien, ahora probablemente sería objeto de elogios para la mayoría de la gente. Además, será testigo de los celos de innumerables princesas.

Sin embargo, era mejor ser objeto de envidia que ser culpada y sufrir por parecer un monstruo. El mundo no es el país de los cuentos de hadas; es cruel y la gente a menudo no ve lo bueno que uno es.

Lo único que conocían era su propia creencia. Para algunas personas algunas cosas eran grandes y esas cosas serán malas para alguien.

Si esto iba a ayudarla a ser más feliz, me alegraba por ella.

"Afortunado, ¿eso es todo?"

Cuando estaba perdido en mis pensamientos, me despertó una repentina voz arrepentida que escuché.

Ante su pregunta, negué con la cabeza.

"No. Es demasiado tarde para decirlo ahora", dijo ella, pero sus ojos hablaban otra cosa.

"Estás preciosa, Adliun... Más que nadie que haya visto".

Dije las palabras que ella más quería oír.

"... ...¿Es así? Es una suerte".