Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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49 - Pesca (1)

[POV de Selina Idenea]

Selina estaba disfrutando de la atención que recibía en la reunión social. Y es que los banquetes, como las reuniones sociales, siempre eran muy agradables para ella, que tenía un aspecto bastante sobresaliente.

Pero hoy era aún más especial para ella, ya que venía la princesa Rodenov. Selina esperaba con impaciencia su llegada.

Siempre llamaba la atención incluso más que la princesa de Rodenov, que gozaba de un enorme y absoluto prestigio, y sobre ella se vertían innumerables cumplidos. Además, el aspecto de la princesa Rodenov cayendo en comparación con ella misma le resultaba muy emocionante.

Lo que más disfrutaba era ver el momento en que una persona con un prestigio superior al suyo acababa degenerando en alguien inferior a ella.

Se sabía un ser humano bastante inferior.

Selina era consciente de que era el tipo de persona que tenía celos de los demás y disfrutaba privando de atención a otras personas, por lo que también podía ver que esta tendencia era el tipo de hábito que no debía revelar a los demás.

Así que formó un grupo, donde no tenía mucho que hacer.

Fue porque los seguidores de Selina echaron a los que estaban en su contra sin que ella necesitara dar un paso al frente.

Por eso, ella sólo tenía que marcar la pauta. Así había podido ocultar sus malos hábitos todo este tiempo.

Como era hija de un prestigioso conde y además tenía una gran apariencia, no eran pocas las princesas que se aferraban a Selina e intentaban acercarse a ella.

Por eso Selina tenía la confianza necesaria para ser la protagonista de cualquier reunión social. En particular, tenía más ganas de que llegara ese día, porque recordaba la imagen de Physis Ortaire que había visto en el Gran Duelo anterior.

Era maravilloso. Su aspecto también era muy bello, e incluso venció al ganador de la competición de artes marciales del Día Nacional con sus apabullantes habilidades, se convertiría en un caballero bastante famoso en el futuro. Lástima. Pensar que una persona así debería dedicarse a esa princesa monstruosa.

'No, no. ¿Debería llevármelo? Si se lo lleva, ¿qué expresión hará esa princesa monstruosa?'

Mientras su escandalosa imaginación se expandía en el reino de los delirios absurdos, pudo llegar al salón de banquetes donde se celebraba la reunión social.

Varias princesas estaban celosas de ella, y muchas mostraron interés por ella e intentaron hablar con ella una vez más. Entre ellos, un hombre apuesto se acercó a ella y la saludó.

"Cuánto tiempo sin verte. Selina".

En cuanto William empezó a hablar con Selina, la gente a su alrededor empezó a hablar entre ellos, esquivando sus asientos. Porque todos sabían que los dos siempre habían odiado que escucharan sus conversaciones.