Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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46 - Reunión social (1)

[POV de Physis]

En cuanto terminó el baile, Adilun me puso la mano en el hombro de repente.

"¿Adilun?"

La miré, preguntándome qué demonios estaba pasando, y ella simplemente estaba dormida con los ojos cerrados plácidamente.

'Jajaja... '

Envolviendo a Adilun en mi abrigo y cuidándola como a una princesa en mis brazos, volví a ponerme los zapatos, salí del jardín y me dirigí directamente a su habitación.

Tal vez porque el banquete había terminado, el interior del castillo estaba tranquilo.

"Um..."

El rostro de Adilun estaba iluminado en la oscuridad por la luz de la luna que entraba por las pequeñas ventanas del castillo, y parecía de otro mundo mientras dormía plácidamente.

Así fue como llegué frente a la habitación de Adilun.

Abrí la puerta, la hice dormir cómodamente en la cama y la cubrí con una manta.

Mientras cuidaba de su figura dormida, me senté en la silla cercana y miré a mi alrededor durante un rato, luego acaricié su pelo vacilante e inmediatamente salí de la habitación.

Mis pensamientos se mezclaban complicadamente. Qué debería hacer en el futuro, cómo debería tratarla... ... pensamientos como esos pasaban por mi mente.

Sin embargo, todos esos pensamientos finalmente se redujeron a una sola cosa;

Hacer más feliz a Adilun.

* * *

[POV de Adilun]

Mi cabeza pesaba y daba vueltas.

"Ahhh... ..."

Dejé escapar un gemido incontrolado y me agarré la cabeza. El sol radiante de la mañana me daba de lleno.

Mis ojos, que se habían abierto, volvieron a cerrarse con la intrusión de la luz solar y, al mismo tiempo, mis ojos parpadearon para abrirse por sí solos y finalmente se enfocaron.

El aspecto del dormitorio apareció ante mi mirada, aunque borroso.

¿Por qué estoy en el dormitorio? Ayer debí de estar comiendo algo en el banquete de celebración de mi muda... ...'.

Jugando con mi pelo, rememoré los recuerdos de ayer.

¿Qué pasó?

Reflexionando sobre mis pensamientos, recordé una a una las escenas de ayer. El banquete, las bebidas que bebí de buen humor, y después de eso, como una niebla nebulosa, había lagunas en mi memoria aquí y allá.