En la gran casa de campo de la familia Hódar, se encontraba Violeta hecha un manojo de nervios.
-Es que no me creo que mañana sea el día de mi boda- dijo mientras movía la pierna a causa de los nervios
-Hija tranquila, es normal que estés nerviosa, es el día más importante de tu vida. Yo cuando me case con tu padre, creo que llegue a vomitar unas 4 veces, estaba descompuesta-dijo Susana con gracia
Violeta soltó una pequeña carcajada nerviosa, aunque el comentario de su madre no la dejó mucho más tranquila.
Hace algo más de 1 año, su pareja Hugo con el que llevaba prácticamente desde que tenia 18 años, le había pedido la mano a sus padres. No fue una gran sorpresa para ella ya que en muchas ocasiones habían llegado a hablar sobre ello. Su amor era demasiado grande y sabia que de un momento a otro le pediría convertirse en su esposa.
Su romance con Hugo había sido muy bonito desde el principio. Hugo era su primera pareja, el primer chico que se interesaba en ella a pesar de ser una mujer con un rostro envidiable. Sus amigos siempre le decían que si no tenía más éxito con los hombres, era porque ninguno se habia atrevido a plantarse delante de ella a confesar su amor, sabiendo que probablemente recibirían la negativa de la pelirroja.
En los 4 años que había compartido con aquel muchacho se había sentido muy feliz, su familia adoraba al chico y todo era ideal. Sus amigas sentían envidia de la relación que había forjado aunque muchas veces también era la pelirroja la que sentía envidia de sus amigas. Hugo era detallista, muy atento, respetuoso... pero digamos que no era una persona muy fogosa.
Sus amigas siempre relataban sus encuentros espontáneos con chicos y ella siempre se soprendia de todas las cosas que se podian llegar a hacer. Incluso sentía que sus amigas eran demasiado exageradas ya que ella nunca había sentido todo eso que contaban, ese placer que se sentía, ya que para ella, las relaciones sexuales tampoco eran completamente satisfactorias.
Esa noche, Violeta celebraba una especie de fiesta con sus amigas para celebrar que por fin mañana era el gran día. Se iban a reunir en la casa de campo de su familia mientras que por otra parte, su prometido hacía algo parecido con sus amigos.
Llegaba la hora y Violeta estaba terminando de preparar todo cuando sonó la puerta de la casa.
-Paula! Que bien que ya estés por aquí, justo necesitaba ayuda para traer unas botellas de vino- decía mientras la abrazaba
-Cariño no sabia que necesitabas beber para pasar el mal rato-decía con gracia su amiga, que estaba en contra de estar con una persona para toda la vida
-Anda pasa, que no tienes remedio-dijo con una sonrisa mientras se introducían en el interior de la casa.
Entre las dos terminaron de preparar el salón que era donde se iban a reunir todas y cuando se dieron cuenta, ya había llegado la hora.
-Pero bueno, si aquí tenemos a la novia más guapa de España-decía Clara mientras entraba por la puerta
-Ay si, preciosa con estas pintas- dijo señalándose a si misma
-Cariño, aunque te pongas una bolsa de basura vas a estar divina. Beneficios de tener una cara esculpida por los dioses
-Bueno aunque mañana ya cuando te plantes ese vestidazo, que madre mia que pieza más bonita has elegido, entonces ya no habrá nada que lo supere- añadió Carmen
-Bueno chicas, basta de dorarme la píldora solo porque me vaya a casar- dijo con gracia la pelirroja
-Aprovecha que solo es un día-dijo Paula mientras aprovechaba para coger el mejor sitio del sofá y prepararse una copa de vino.
-¿Bueno entonces que habéis planeado para esta noche?- preguntaba Clara
-Pues la verdad que no he pensado en muchas cosas, simplemente me apetecía estar aquí con vosotras, hablando tranquilamente, tomando algo. Aunque sin pasarme eh, que mañana me caso.
Hicieron caso omiso a eso de hablar tranquilamente y de un momento a otro, aquel salón de la casa de campo parecía una discoteca. Mientras unas se encargaban de la música, otras habían preparado algo más fuerte que el vino para alegrar la noche.
Las horas pasaban y la energía se iba gastando. Ya pocas quedaban de pie bailando al ritmo de la música ya que la mayoría se habían desparramado por los sofás.
Y ahí se encontraba Violeta observando a su alrededor, viendo las caras de felicidad de todas sus amigas que, a pesar de lo bromistas que podían llegar a ser a veces, sabía que se alegraban mucho de su boda con Hugo.
-Te doy 20 duros por tu pensamiento-dijo Paula sacando de su trance a la pelirroja
-Nada, simplemente estaba pensando en la suerte que he tenido de encontrar unas amigas como vosotras. Siempre hacéis que todo sea mucho mejor de lo que me imagino. Ojalá nunca nada nos separe.
Un "ohhh" conjunto sonó emitido por las voces de sus amigas que fueron directas a por la pelirroja para terminar en un abrazo grupal.
La noche siguió avanzando entre conversaciones, juegos y alguna que otra copita de agua con misterio.
Pero la noche llegaba a su fin cuando dieron las 4 de la mañana porque, aunque les hubiera encantado continuar con la fiesta e incluso tuvieran energía suficiente para darle a la sin hueso, no podían olvidarse de que mañana era el día de la boda y la novia tenía que descansar.
Aunque viendo como alguna de ellas se tambaleaba, seguro que dormir les vendría bien a todas. Así que se fueron despidiendo una a una de Violeta, que no pudo borrar la sonrisa en ningún momento. Todas le deseaban una feliz vida y le dedicaban palabras que a la pelirroja le estaban haciendo emocionarse.
-Venga iros ya, que no puedo con tanto amor-dijo graciosa mientras hacía el gesto de que se marcharán de una vez
Y así fue. Violeta se quedó por fin sola. Miró a su alrededor e hizo el amago de recoger todo lo que estaba por medio, pero se arrepintió nada más empezar, por lo que dejo todo como estaba y se fue directa a su habitación.
Se desprendió de su ropa y se colocó el pijama para meterse directamente en la cama. Cuando estuvo acurrucada, no pudo evitar mirar al techo y suspirar.
-Mañana es el gran día.
Hola! Bueno tenia muchas muchas ganas de empezar un fanfic de mis kiwis y aquí está.
Espero que lo disfrutéis mucho, intentaré ser constante y hacer que merezca la pena leerlo 🍒
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In another time | Kivi
FanfictionVioleta, una joven nacida en 1964, está a punto de casarse con el hombre que ama. En el momento crucial, mientras mira la luna llena antes de decir "sí, quiero", ocurre algo inexplicable: es transportada mágicamente al año 2024. Confundida y desorie...