Capitulo 10

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Si le preguntasen a Chiara cuál ha sido el momento de más nerviosismo de su vida, seguramente diría el día que se sacó el carnet de conducir. El TDAH hacía que muchas veces mientras conducía, su mente se fuese a otro lugar y acabase saltándose alguna que otra salida. Por ello, el día del examen sus nervios estaban en el punto más alto. Si para una persona que no lo sufre es un momento bastante tenso, para ella lo era aún más ya que habían más factores que la llevaban al suspenso.

Sin embargo esa mañana Chiara se había levantado con una sensación bastante parecida. Desde que había abierto los ojos sentía una presión en el pecho y el estómago revuelto. Esto era algo común en ella ya que la ansiedad siempre le atacaba al estómago. Tuvo que reprimir varias arcadas ya desde el comienzo de la mañana pero no pudo contenerlas poco después del desayuno, cuando el cuerpo notó la primera comida del día y la expulsó como defensa.

Ella misma estaba sorprendida de sentirse así pues no era algo nuevo para ella. Cantar delante de mucha gente era una experiencia que había vivido en múltiples ocasiones pero ese día lo sentía diferente.

Si tuviera que explicar cómo se sentía cada vez que se plantaba delante de la gente con un micrófono, lo describiría con una palabra: Libre. Siempre se sentía libre porque cuando cantaba no tenía miedos, podía hablar en sus canciones de lo que sentía y no se sentía juzgada. Hasta aquella última vez.

Flashback

Esa noche Chiara tenía una buena oportunidad para mostrarle al mundo el valor que tenía su música. En Menorca organizaban una vez al año una especie de concurso de talentos que a pesar de parecer algo sin importancia realmente no lo era, ya que de ahí habían salido grandes oportunidades.

Estaba algo nerviosa pero también entusiasmada. Su novia, Paula, con la que llevaba algo más de un año intentaba tranquilizarla.

-Tranquílizate un poco Chiara por dios, tampoco es para tanto- dijo quitándole importancia

-Sí es para tanto Paula por eso estoy así. ¡No sabes lo que sería que a alguno de los peces gordos que se mueven por ahí les gustase mi música!- dijo ella emocionada

-Lo sé, sería una buena oportunidad pero no pienses más en ello. Sabes que es muy complicado y que tu música tampoco es gran cosa- dijo tranquila

La cara de la menorquina pasó de la emoción a la tristeza después de escuchar las palabras de su pareja.

-Ya...- asumió derrotada

Había escuchado tantas veces que su música no era lo suficientemente buena de la boca de la chica con la que compartía su vida, que ya lo tenía más que asumido. Porque, si para una persona a la que le importo tanto mis canciones no valen mucho, es porque realmente es así ¿verdad?

-Pero no te preocupes cariño porque yo siempre estaré a tu lado-dijo dejando una caricia sobre su mejilla

Pasaron las horas y llegaba su turno de subirse al escenario y lo cierto es que Chiara no tenía ni un ápice de ganas de cantar aquella noche. No es que quisiera demostrarle a nadie que valía para aquello, simplemente lo hacía porque la música era su vida y le encantaba hacerlo, pero cada vez lo tenía menos claro.

Su nerviosismo era notable pero hizo todo lo posible para que no se notará ahí arriba. Cantó un par de canciones y todo el público se quedó embelesado con su voz y Chiara lo notó. Bajó del escenario con buen sabor de boca a pesar de todo pero nada más encontrarse con Paula de nuevo, todo su mundo se vino abajo.

-Hola cariño- saludó la morena primero

-¿Sabes que a la hija de los López le han dado una oportunidad en una buena discográfica? Imagino que si no te han dicho nada es porque no les has interesado...

In another time | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora