Capítulo 7

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Una vez iban todos con el puntillo decidieron poner rumbo hacía la discoteca. La mayoría iban animados, elevando la voz más de lo necesario y captando así la mirada de muchos que miraban con desdén.

Algunos iban agarrados entre ellos, otros simplemente caminaban a la par mientras hablablan pero sin embargo Violeta se encontraba rezagada en la parte de atrás caminando en soledad.

De ello se percató Chiara aunque también lo hizo Ruslana siguiendo la mirada de la morena. Esta le hizo una seña para decirle que sería ella la que iría junto a su compañera de tinte.

-Bueno pelirroja, que casi no hemos hablado nada en toda la noche, ¿qué tal estás?¿Cómo te vas adaptando?- dijo Ruslana que había retrocedido hasta ponerse a la altura de la otra pasándole un brazo por encima de sus hombros

-Bueno la verdad que es complicado, pero creo que mejor de lo que pensaba-dijo graciosa ya que no esperaba esa cercanía de la otra chica

- Ya verás que poco a poco todo lo que ahora te parece raro, se volverá algo normal

-Sí, eso espero. Ahora estoy intentando encontrar un trabajo para no gorronear la casa de Denna- explicó

-Ostias, pues ya tienes trabajo, guiri ven aquí- dijo gritando y haciendo el gesto con la mano

Todo el grupo se giró debido a los gritos de la ucraniana, incluida Chiara. Por su parte, Violeta frunció el ceño al no entender lo que estaba haciendo la otra pelirroja.

-¿Qué pasa loca?- dijo Chiara llegando hasta su posición

-Violeta esta buscando trabajo

-Ah, me parece muy bien- le sonrió a ella- pero, ¿para eso me llamas?- preguntó desconcertada

La más pequeña le dio con su mano un golpe en la cabeza

-No te enteras de nada, ¿No estaba buscando tu jefe a alguien para cubrir tu puesto?- preguntó con incredulidad al ver cómo no caía en ese dato

-¡Es verdad, puedes trabajar en la cafetería!- dijo emocionada al darse cuenta

-Pero.. ¿y tú?- preguntó la pelirroja todavía al no entender la situación

-Ah claro qué tonta. Pues es que hoy mi jefe me ha propuesto hacer algunos conciertos en la cafetería por las noches, que ya no sería una cafetería sino.. ¿un pub? No lo sé, pero eso-se explicó de mala manera

La cara de Violeta seguía con el ceño fruncido y la de la Ruslana también y eso que ella sabía la situación.

-Bueno que mi puesto como camarera pasaría a ser tuyo, no todas las horas ya que yo quizás tenga que estar algunas horas pero sí- se explicó mejor

-¿Enserio? Sería increíble-dijo con un tono de emoción en su voz

-Claro, mañana si quieres puedes venir y lo hablamos con él. Seguro que no hay problema, es muy simpático- sonrió ahora la morena

-Me parece genial. Por cierto, ¿cómo es eso de que vas a hacer conciertos?- preguntó curiosa

La pelirroja menor que ya se sentía fuera totalmente de la conversación, se fue alejando lentamente dejándoles un poco de intimidad. Las otras dos se pasaron el resto del camino hacia la discoteca hablando. Chiara le contaba como había aprendido a tocar la guitarra y el piano desde que tenia 8 años y entonces así entendía la pelirroja el motivo de tener ambos instrumentos en casa. Violeta la escuchaba con admiración ya que una de las cosas que más le gustaba a la pelirroja era escribir y se imaginaba como sería componer una canción junto a ella.

Llegaron y entraron a la discoteca. Ahora sí, todo el grupo se mantenía junto aunque sabían que no sería así durante el resto de la noche. Bailaban animados incluso Violeta que al principio se sentía agobiada comenzó a soltarse un poco. Bailaban entretenidos como de normal, cuando Ruslana llamó la atención de la menoquina.

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