𝗖𝗢𝗥𝗔𝗭𝗢𝗡 𝗩𝗔𝗖𝗜𝗢♡。˙𐀔
━ ━ ━ ━ ━ ━ ━ ━ᐥ⬚︎◎˙↳❝sᴘʀᴇᴇɴ ғᴀɴғɪᴄᴛɪᴏɴ¡!❞
❝me dejaste el corazón vacío...❞
❝you left my heart empty... ❞
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。⚘˙。𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 María Elizabeth Arellano
se embaraza de Iván, más
conocido como Spreen...
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' 𝟬𝟮𝟱. jealousy, jealousy... '
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MARÍA AVANZABA CON PASO FIRME entre la multitud, su mirada fija en un solo objetivo: volver con Carre y su hija Vera. El bullicio de la gente apenas la afectaba, cada rostro y conversación se desdibujaban en su mente mientras se concentraba en abrirse paso. Finalmente, sus ojos encontraron a Carre, de pie junto a Osvaldo y Alex, quienes jugaban con Vera, arrancando risas y gritos de alegría de la pequeña.
Con una leve sonrisa, María alzó la mano y tocó el hombro de Carre, haciendo que este se volviera. Al verla, Carre sonrió, y sus ojos color aceituna chispearon levemente con una mezcla de alivio y cariño.
María se secó las lágrimas con el dorso de la mano tratando de disimular que aquella forma cariñosa de ser de aquel castaño no la hacia querer soltar lágrimas.
No se sentía merecedora de todo su afecto.
El sonido de las risas de Vera resonaba, como un bálsamo momentáneo para su agitado espíritu. Al notar su estado, Carre frunció el ceño y se acercó más para interceptarla, alejándola un poco de los demás.
▬▬Mari, ¿estás bien? Estás hecha bolsa. ¿Qué pasó?▬▬cuestionó sosteniendola de los hombros con su mirada verdosa buscando la marrón de María, quien los deviaba hacia el piso.
▬▬Gracias, que buen amigo sos.▬▬ ironizó, tratando de alivianar el ambiente y desviar la conversación para evitar hablar de lo sucedido. Pero el rostro preocupado de aquel solo logró que suspirara y continuara.▬▬Es... complicado, Ro. Necesitaba un momento para desahogarme, pero no quiero preocuparte ni a Vera así que...
▬▬Dale, contame. ¿Qué pasó ahora?▬▬la cortó tomándola de las manos con suavidad. Quería hacerle saber que estaba bien, que podía contarle todo a él porque siempre iba a estar con ella.
Y era cierto, Rodrigo Carrera se había encariñado profundamente con ella y su adorable hija. Sus sentimientos, inicialmente tímidos y reservados, habían florecido con una intensidad sorprendente. El apego que sentía por ambas no era solo un capricho pasajero, sino un vínculo auténtico, tejido a través de momentos compartidos y la creciente necesidad de protegerlas y hacerlas felices.
