NO DEJES QUE APAGUEN TUS SUEÑOS.

19.- Xamidimura

ALE

Cuando una estrella
brilla con menos intensidad
es señal de que pronto
se irá…
para siempre.

Las lágrimas caían sobre mis mejillas, no podía ver a Kim.

Ella había contraído la enfermedad.

Me jodía pensar que luchaba sola, sin alguien a su lado.

Aunque yo luchaba con ella desde lejos, deseando que ella me sintiera a su lado.

Muchas veces me pase por su casa, pero su mamá no me permitía verla, no quería que Kim me contagiará.

Así que me la pasaba en casa, consumía más, por qué me desesperaba no estar con ella, solo eso me hacia sentir mejor,

Tenía amigos que eran mala influencia, aunque no me importaba.

Cada día pasaba dolorosamente, lo cual hacía que me adentrará en un camino que tarde o temprano me traería consecuencias.

No me importaba, solo eso me hacia olvidar de Kim, solo por un momento. Aunque después ella ocupada un lugar en mi mente, deseando que fuera a buscarla, decirle lo que sentía, besarla.

Sin embargo, jamás se lo diría, guardaría este amor secreto en el fonde de mi corazón, no podía salir con ella, mi vida estaba a punto de terminar y si le decía lo que siento, le haría daño cuando ella se enterará de que yo… ya no estaba en esta tierra.

Se rompería al enterarse que jamás estaría con ella, cumpliendo su sueño, así que mejor era guardarme esto… no se lo diría jamás.

Ella se merece a alguien que la cuide, no a alguien que le dé problemas… yo solo me convertiría en una carga para ella. Y ella no se merece aquello, ella necesita a alguien que la acompañe en el camino. Le extienda la mano cuando se encuentre con una piedra en el camino y la haga tropezar, alguien que la ayude, que sea fuerte por ella, una persona que llore con ella, pero también que le diga «todo estará bien».

Eso es lo que necesita… una ayuda. No una carga.

Paso mis manos por la cara frustrado.

Supongo que nunca seré suficiente para ella, jamás cumpliré las espectativas que ella desea.

Aunque no sé si seré capaz de soportar verla con alguien que no sea yo, alguien que la haga reír, alguien que la haga sentir especial.

¡Estoy jodido!

Jamás podre ser lo que ella tanto desea.

Me pongo la sudadera que Kim me ha regalado.

Siento como una parte de ella, está presente conmigo.

Si algún día muero...

Solo deseo que Kim sea feliz.

Jamás estará sola.

La cuidare desde arriba.

La acompañaré a cumplir sus sueños, desdé lejos.

Le diré desde allá que esto no fue su culpa, yo lo decidí.

Estaré de acuerdo con ella, aún cuando alguien le diga que eso no está bien.

Que algún día encontrará a alguien que la haga feliz, y él la hará sentir más especial, de lo que yo lo he hecho, y entonces el dolor será menos.

Algún día, la veré en el parque y entonces la tomaré de la mano, le daré un cálido beso y nos sentaremos en los columpios, mecernos al compás del viento.

Seremos invencibles.

En otra vida, yo seré el amor de su vida.

En otra vida, mi querida Kim… iluminaremos el cielo juntos.

En otra vida… estaremos juntos, sin nada que nos pueda detener.

En otra vida… seremos tú y yo... contra el mundo…