KIMBERLY
Incluso las estrellas
pueden apagarse,
pero tú brilla,
sigue siendo esa luz
en la oscuridad.
Mi mirada caía en Ale, hablaba con el profesor, al lado de él se encontraba uno de sus familiares.No se lo que pasaba, aunque no era nada bueno, ver su mandíbula tensa, al igual que su cuerpo, me causaba curiosidad.
Dylan lo miraba, de una manera que podías notar como perdía el brillo de sus ojos.
El salón era un completo caos, los chicos se arrojaban bolas de papel, las chicas cotillaban temas banales; solía estar en su grupo, pero para ser sincera lo odiaba.
Como hoy por ejemplo: mi amiga Karla había aceptado ser la novia de un chico de primero. Cuando la escuela se enteró, por qué aquí las noticias corren más rápido que el viento, nuestra amiga Molly se peleó con ella.
Lo que no sabían en es que Molly y Joan, eran primos, es lo que soltó la madre de Molly en la reunión.
Imagínense como quedó su cara, cuando su madre soltó eso frente a ella, y otras cinco compañeras.
Y bueno, ni por qué su madre dijo eso Molly lo entendió, y dejo de hablarle.
—¿No me vas a decir nada? —pregunto Karla mientras jugaba con los lápices de colores.
—No vale la pena.
—Si claro —bufo poniendo los ojos en blanco.
—Es que no entiendo —me deje caer en el respaldó de la silla—. Su madre se lo soltó frente a sus mejores amigas —dije mientras hacía comillas con los dedos.
—No puedo seguir con esto.
—Ella se lo busco —arranco una hoja del cuaderno y empiezo a hacer origami—. Además ¿Como puede hacer eso? Somos amigas desde el año pasado ¿Recuerdas?
—Si, Karla, Kimberly, Molly y Mary. El cuarteto.
—¿Lo seguirá siendo?
—A como van las cosas, probablemente no.
Cierto, las noticias corrían por todo el mundo, la epidemia arrasaba con todo, está mañana después de hacer los honores a la bandera, el director había dado el anuncio que las clases serían en línea. La secretaria aún no le había dado la orden oficial, pero por el momento, las clases serían presenciales, hasta que dieran el anuncio oficial.
Y también se acercaban las vacaciones, todo el mundo estaba feliz por qué tendrían descanso, ya que todos estábamos hartos de las clases, en mi caso, el inglés, no podía concentrarme era horrible ver como mis demas compañeros avanzaban a un nivel impresionantes.
Aunque eso sí, era buena en las otras materias, ocupaba el segundo lugar de aprendizaje, en mi grupo, lo cual no tendría problemas si quería seguir estudiando.
—Bueno es ese caso, me enviaras mensajes, y harás llamadas ¿Cierto? —pregunte enarcando una ceja.
—Lo intentaré —comento enterrando la mirada en el móvil.
La clase guardo silencio, al ver a Ale entrar, tomó sus cosas, antes de salir por la puerta, me miró diciendo «lo siento» y salió dejándonos a todos atónicos.
Por qué si de algo estaba segura, es que la clase lo admiraba, aunque el dijera lo contrario.
Los chicos preguntaron lo que había pasado, aunque el profe no dio respuesta, prosiguió con su clase como si nada pasara, aunque él no se veía seguro, lo notaba al ver su mirada perdida y a la vez confundida.
Como si intentará entender algo, se notaba inquieto, incluso nos dejó salir del salón, y ya no supe ni que hacer, no entendía nada, recordar la mirada de Ale y al profe confundido, me causaba estrés.
Aunque tarde o temprano terminarás sabiendo la verdad.
Y en este caso es que Ale ya estaba perdido.
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NO DEJES QUE APAGUEN TUS SUEÑOS.
RomansaEstar en esa etapa, en donde decides que quieres para el futuro, puede ser caótica si no sabes ponerla en orden. Eso sucedió con Kim. Ver como el mundo que buscaba la felicidad, ahora se escondía entré las sombras. Un día la calle estaba repleta de...