lovesick | NCT

06.

Pasamos una media hora más en la bañera, entre besos, caricias, cumplidos y demás. Fui yo quien decidió salir primero de la bañera, aunque mis piernas fallaron un poco, pues después de haber dado algunos brincos, se sentían muy débiles.

Tomando mi ropa del piso en el camino, llegué de nuevo a la cama de Johnny y comencé a vestirme. Mi vestido estaba mojado de algunas partes además de ya estar muy arrugado, pero me lo debía poner, no estaba en mis planes que llegáramos a esto.

Acomodé lo más que pude mi vestido para que las arrugas no se notasen demasiado. Peiné mi pelo con mis dedos, no quería que viera tan desarreglado y retoqué un poco mi maquillaje. Me miré en el gran espejo que Johnny tenía en su cuarto, acomodando unos últimos detalles para que no luzca como que acababa de tener sexo.

Escuché la puerta del baño abrirse, dejándome ver a Johnny a través del espejo. Una toalla cubría de su cadera para abajo, dejando su pecho al descubierto y haciéndome fantasear con él, a pesar de que lo había tenido conmigo hace menos de 10 minutos.

Seguí sus movimientos aún por el espejo, perdiéndolo una vez se acercó a su armario. Me voltee para ver su espalda, cada vez confirmo más que está empezando a volverme loca. Su cuerpo, el cómo me toco, las cosas que me decía y simplemente como me trato durante estas horas. Me senté al borde de la cama, tomando mi teléfono de la mesita de noche, viendo que tenía varios mensajes de mi papá y otros tantos de Mark.

Alcancé a ver que mi papá me preguntó qué a qué hora regresaba, quería que cenáramos juntos, mientras que Mark volvía a preguntarme como me la pasaba. Oh, Mark, si supieras todo lo que hice. Calculé que desde que salimos del centro comercial ya habían pasado unas 4 horas, pues eran cerca de las 5 de la tarde, uno pierde la noción del tiempo cuando se la pasa bien.

-Hara, ¿quieres que te lleve a tu casa ya? –dijo, haciéndome que lo volteara a ver-

Aún no se ponía la playera, así que admire su cuerpo una última vez, quien sabe cuándo lo vuelva a ver (si es que lo hago).

-Creo que si... mi papá ya me quiere de vuelta.

-él rio- Me imagino, no sabe que estás conmigo

-Cree que estoy en casa de un amigo pero...

Ya metí la pata. Desde un principio la había mentido un poco, le dije que mi papá sabía que saldría, pero nunca le dije con quién, no sabía la mentira que había hecho para salir con él.

-¿Deberías de estar con un amigo? ¿El chico que te marcó?

Dios mío, no me hables en ese tono.

-Si... le dije a mi papá que estaría con él, pero en realidad era para que me dejara salir contigo –asintió levemente con su cabeza-

-Mhm, ¿así que le mentiste a tu papá?

-No quieres que nadie se entere, ¿verdad? –Dije con el tono más inocente que encontré en mi voz, él sonrió- si mi papá sabe de nosotros, no me dejara salir de nuevo.

-Bonita, creo que sabes mejor que nadie que no se debe mentir, pero no te reprocharé, porque esta no será la última vez que debas de hacerlo para que salgamos. Solo ten cuidado, no quiero que te metas en problemas.