Lo primero que vi al despertar fueron mis muñecas. Me sentía bastante adolorida y no podía ni moverme. Estiré mi brazo y rápidamente lo regresé a su lugar, parece que me quedé dormida sobre él y me dolía más de lo normal.
Terminé por abrir mis ojos y dirigí mi vista a mis muñecas nuevamente, mi predicción fue correcta, estaban bastante marcadas. Las sobé delicadamente, no quería moverme de manera brusca pero quería comprobar si solo era una marca o de verdad era un moretón.
Me arrepentí al instante, un dolor tan intenso me hizo dejar de hacerlo, por más suave que tocaba aquella zona. Me senté sobre la cama, con calma y sin apresuro. Todo me dolía y además me dolía un poco la cabeza. Miré a mi lado, Johnny no estaba. Suspiré por ello, era como si me quitara un peso de encima. Tomé mi teléfono que estaba en la mesita de noche y revisé todo lo que no había visto desde hacía más de 12 horas.
Eran cerca de las 12 del mediodía, y tenía mensajes de mi hermano, mi papá e incluso de Mark desde las 9 de la noche. Miré por encima los mensajes únicamente, le contesté primero a Mark, quien me había preguntado si quería ir a su casa a ver películas, solo le dije que me había quedado dormida y que lo dejáramos para otro día.
El mensaje de Doyoung era el más reciente, lo había mandado como a las 9 de la mañana y me preguntaba si quería algo de desayunar, le contesté que me acaba de despertar y no tenía hambre.
Abrí el mensaje de mi papá al final, no quería asustarme desde el principio. Por suerte, no era nada malo, solo me decía que no llegara despues de las 2 de la tarde, porque había salido y quería que comiéramos juntos. No le contesté, no quería que me preguntara donde estaba y quería evitar el interrogatorio.
Deje mi celular en la mesita de noche y me recosté en la cama con cuidado. Escuché la puerta del baño abrirse y vi a Johnny salir de ahí. Salía de bañarse y tenía solo una toalla cubriendo de su cadera para abajo. Él sabía lo bien que se veía y desde la primera vez que lo vi así, mi mente proyecta aquella imagen con bastante frecuencia (y en situaciones en donde no debería de). Le sonreí delicadamente y me senté otra vez en la cama.
-Buenos días, princesa –se acercó a mí y dejo un beso en mi frente-
-Hola... -sonreí-
-¿Dormiste bien?
-Puedo decir que sí.
-¿Puedes? ¿Hay algo mal?
-No... digo, si dormí bien, pero estoy un poco cansada aun.
Él sonrió y se sentó frente a mí, poniendo su mano en mi muslo.
-No te preocupes por eso, con el tiempo eso pasara. ¿Disfrutaste lo de anoche?
-Claro... bastante –una sonrisa más que nada forzada, apareció en mis labios-
-Me encanta escuchar eso.
Se dirigió a su armario, tomando lo que se pondría. Dejo una camisa blanca y un pantalón de mezclilla sobre la cama, justo en frente de mí. Inconscientemente, mis ojos siempre lo seguían y buscaban que se cruzaran con los suyos. Y así lo conseguí, sus ojos me miraron y me dedicaron una mirada pícara.
Aparté la vista, no quería que pensara que le insinuaba algo cuando ni me puedo mover. Aunque no le miraba directo, por el rabillo de mi ojo, veía que hacía. Se había quitado la toalla, dejándolo desnudo. Instintivamente, quería voltear, pero no me lo permití, aunque bien sabía que lo quería hacer.
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lovesick | NCT
FanfictionHabía una pregunta en mi cabeza que me mantenía constantemente en el borde "¿qué camino debería elegir?" Estaba bastante perdida con lo que quería, pero una cosa era segura, necesitaba más. Quería intentarlo, así significara salir lastimada. ¿Qué...