lovesick | NCT

09. (part two)

Me quedé paralizada unos segundos tratando de asimilar que mi papá estaba aquí, justo frente a mí. La impresión hizo que soltara mi bolso y mi sudadera, haciendo que mi papá me volteara a ver de nuevo.

-Hara... ¿Por qué tan nerviosa? –preguntó, dejando su saco y su maleta sobre el sillón-

Aún seguía procesando lo que pasaba, seguramente mi plan se arruino.

-Hayeon, te pregunte algo.

-Lo sé...

-¿Y porque no contestas?

Le mire, creando una excusa para librarme de él y salirme.

-Es que no imagine que llegarías tan rápido, pensé llegabas hasta el domingo.

-Pues el viaje termino antes de lo esperado, me esperaría hasta el domingo, pero quería ver como estas. Supongo que bien, ¿no?

-Sí, sí, creo lo mismo...

-¿Saldrás? –no me quedó de otra más que simplemente asentir-

-Voy con Mark, me invitó a una fiesta.

-¿Con el permiso de?

-¿Debo pedir permiso aun? Solo le avise a Doyoung que saldría –una mentira más a la lista-

-Mientras vivas conmigo, así será. Sin permiso no vas.

-No es como que me vayas a detener, ¿sabes?

Me estoy poniendo en una situación vulnerable y seguro me arrepienta después. No suelo ponerme a debatirle a mi papá sus razones para cualquier cosa, pero esta vez creo que lo amerita.

-Con esa actitud, menos saldrás, Hayeon. ¿Qué te pasa? Salgo una semana y eres completamente otra.

-Pues, será mejor que nos acostumbremos a esto... ya estoy grande como para pedirte permiso aun, ¿no lo crees?

-Sube a tu cuarto, ahora –me miraba molesto-

-Una salida no me va a hacer nada, pa. Me la merezco. Voy muy bien en la escuela.

-No me vas a hacer ceder, vete a tu cuarto.

-Te propongo algo. Si me dejas salir esta vez, mantendré mi promedio en la escuela, este año me gradúo y necesito saber qué es lo que me depara para la universidad.

-¿En una fiesta lo encontraras?

-No del todo, pero no va a ser la última vez que vaya a una.

-Vete ya antes de que me arrepienta –sonreí, mi persuasión sigue ejerciendo sobre él- si sales baja aunque sea en una sola materia, voy a estar encima de ti hasta que te regularices.

-Gracias, no creo llegar. Nos vemos.

Antes de recibir más interrogatorios, salí de mi casa con un millón de mensajes y llamadas de Johnny, pensé que se habría ido ya, pero me alegro ver su carro aun parado en la esquina. Me acerqué lo suficiente y me asome por la ventana que estaba abajo, sonriéndole.

-Esta es la última vez que te espero tanto tiempo –dijo, sin mirarme. Sus ojos fijos sobre la calle y la frialdad de su mirada me intimidaba mucho- Sube ya.