15.

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Por suerte mi papá me avisó que tendría que ir a su oficina otra vez, necesitaba atender algunos pendientes, pero que la comida la dejábamos para el lunes. Tenía la casa sola, mi hermano parecía no que no estaría hoy aquí y mi papá se ocuparía el resto de la tarde seguramente.

No tenía mucho que hacer, ni siquiera tarea o algún apunte que me haya faltado. Estaba aburrida y no sabía muy bien que hacer. El baño me había relajado muchísimo y juntando que me sentía muy cansada y que no tenía nada que hacer, pensé en dormir.

Me acosté en mi cama, mirando el techo y esperando encontrar comodidad así y lograr dormir. Mis ojos se cerraban lentamente y mi respiración se iba haciendo más calmada, sentía que estaba conciliando el sueño pero todo lo que pasó ayer comenzó a aparecer en mi mente. Me levanté sintiéndome atormentada, quería dormir justamente para olvidar un poco lo que paso pero parece que eso hace que lo recuerde más.

Solté un suspiro de frustración, quería un momento de paz después de la nochecita que pase. Me paré de mi cama con algo de molestia y decidí mantenerme un poco ocupada y distraída. Levanté las cosas que estaban mal acomodas en mi cuarto, saqué lo que llevaba en mi bolsa y lo regresé a sus respectivos lugares.

Aquella caja roja estaba hasta el fondo de mi bolsa, la miré pero preferí no sacarla y dejarla ahí por un rato. Guardé lo que no ocuparía y deje mi maquillaje sobre mi escritorio. La curiosidad me tentaba a sacar las bolas, pero me estaba resistiendo a hacerlo.

Tendí mi cama y me senté al borde de la misma, mirando mi bolsa, al ser de un material delgado, la cajita de las bolas quedaba marcada por la tela y me sentía más tentada a hacerlo. Terminé por ceder ante mis impulsos y saque la caja de mi bolsa. La mantuve unos segundos en mis manos, esto se sentía bastante raro, pero lo quería intentar.

Me asomé al pasillo que daba frente a mi cuarto, sabía que no había nadie en mi casa, pero a veces soy muy paranoica y prefería asegurarme. Decidí que sería mejor cerrar la puerta y mantener esto para la privacidad de mi cuarto.

¿Debo de ocupar algo en especial para hacer esto?

Suponía que debería de estar desnuda para hacerlo, así que me quite el pantalón y luego, mis bragas. Igualmente quité mi blusa pero dejé mi sostén. Regresé a mi cama y me recosté sobre ella, con las piernas abiertas. Suspiré y abrí la cajita, sacando solo una bola. No sé si hacía esto por la mera curiosidad que me generaba o porque Johnny me lo había pedido, decidí ignorar por un rato cualquier pensamiento que lo involucrara y meramente disfrutar lo que iba a hacer.

Iba a ser extraño meterlas así solamente, no tenía lubricante y no quería arriesgarme a meterlas sin nada. Acerqué la bola a mi centro y comencé a moverla para generarme algo del placer más puro, hace mucho que no hacía esto conmigo y quería disfrutarlo.

Las vibraciones que la bola me transmitía eran únicas e increíbles, en unos minutos había logrado terminar, supongo que si tenían ese efecto de generar una sensibilidad mayor. Creía que estaba lista para meterla, y así lo hice, con mucho cuidado. El sentir como vibraba en mi interior era tan raro, pero me generaba mucho placer.

Moví mi cadera unas cuantas veces para que la bola vibrara, hice eso unos 5 minutos y pensé en que sería buena idea intentarlo con la otra bola. Tomé la bola de su cajita y la acerqué a mi centro, esta era un poco más grande que la otra, pero estaba segura de que podría soportar tener las dos dentro. Suspiré y comencé a introducirla con cuidado, tampoco quería lastimarme.

No terminé de introducirla porque mi teléfono comenzó a sonar, sacándome un buen y gran susto. Aun con la primer bola en mi interior, tome mi teléfono para contestar la llamada. Estaba bastante asustada y nerviosa, si mi papá estaba abajo y necesitaba que le abriera, me daría mucha pena decirle porque me había tardado tanto en bajar.

lovesick | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora