19.

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Sabía que debía regresar a mis clases pero no me apetecía hacerlo. Estaba abrumada y fastidiada de lo que había pasado en menos de una hora, quería estar sola en un lugar donde no me molestaran. 

Decidí ir a la biblioteca, era un lugar silencioso y poco concurrido y más en las horas de clase. Aunque, para estar ahí en horario de clases, se debía de tener una razón o permiso. Le dije a la bibliotecaria que debía hacer una investigación para historia, ya que, según mi relato, había faltado y no pude investigar mucho. No me cuestionó más y me dejo entrar. 

Tomé dos libros para hacer más creíble mi mentira y me fui a las mesas del fondo, en completo silencio. Los deje sobre la mesa y abrí uno en una página aleatoria. Lo único en lo que pensaba era en Johnny, otra vez se apoderaba de mis pensamientos. Tenía mi teléfono entre mis manos, jugaba con él y lo prendía a veces para ver la hora.

No habían pasado muchos minutos estando ahí, pero me sentía ansiosa todavía. Yo sabía que no hacía lo correcto, y por más consciente que soy  de ello, no hago nada para cambiarlo. Talvez saltarme las clases era lo menos preocupante, todos lo han hecho alguna vez. Pensaba en escaparme de la escuela, no quería continuar todo el día aquí. Claro que no sería fácil, y ni mi papá ni mi hermano pasarían por mi solo por que sí, a menos que me sintiera mal. 

Pero si sabía quien lo haría.


-Johnny -dije en un tono bajo, se supone estoy investigando-

-lo escuché soltar una pequeña risa, como si fuera de asombro o ironía- Hara... pensé que tardarías más en buscarme. 

-No es momento de hablar de eso... ya lo hablaremos en un rato, ¿me podrías hacer un favor? 

-Depende de cual sea... te escucho. 

-¿Podrías pasar por mi a la escuela...?


No me contestaba. Podía escuchar que seguía en la línea, escuchaba su respiración. Comencé a sentirme nerviosa al no escuchar una respuesta pronta. 


-¿A qué se debe eso?

-¿Puedes o no?

-Oye, te pregunté en buen modo, ¿por qué me lo pides?

-Si puedes hacerlo, ven, como en una hora, yo te mando mensaje. Necesito hablar contigo... ¿lo harías... por mi? -sabía perfectamente que esas dos últimas palabras lo harían cambiar de opinión- 

-De que puedo, puedo hacerlo, pero necesito un motivo... no puedo llegar solo por ti.

-Ya viniste a verme hace un rato, ¿que te impide hacerlo de nuevo? 

-Lo hice porque quise Hara, no porque me lo pedías. 

-¿Y no lo harás porque te lo estoy pidiendo?

-Algo así...

-Por favor... necesito que hablemos, creo que nos debemos una plática en forma, ¿no lo crees?


Se volvió a quedar callado. Había comenzado a jugar con mi cabello, estaba desesperada porque me dijera que si.


-Mándame mensaje cuando quieras que pase, estaré ahí lo antes posible. 


No me dejo contestar y colgó la llamada. Sonreí y deje mi teléfono en la mesa. Ahora solo era tiempo de esperar hasta la hora del receso, no había nadie en los salones y me sería más fácil irme sin que nadie me vea, o por lo menos no muchos lo harían. Pasé dos horas tratando de leer algo del libro que tomé, pero realmente no me podía concentrar y no hice nada más que hojearlo y jugar con él el tiempo restante. 

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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