Su elegida por limitar Lo Prohibido II

Final

Londres
Gabriella
1706

La guerra contra Escocia era algo de que hablar entre la sociedad londinense. Aunque a las damas les importaba poco cuántos miles de soldados morían diario en esa confrontación, en mi caso era totalmente diferente. Justo porque mi esposo, el príncipe de Gales iba al campo de batalla de vez en cuando.

Me erizaba el alma ver cómo se veía su silueta partir hasta volverse un punto en los caminos hasta ese infernal lugar, mi respiración se contenía o más bien creo que ni respiraba esos días en los que él estaba ahí fuera luchando por conquistar el país escocés.

Fueron meses tortuosos para casi todos incluidos los reyes. Hasta que lograron hacerse con el país. Trajeron al hermano del rey hacia el castillo y lo encerraron en las mazmorras para en un año sentenciarlo a muerte.

Mi hermana semanas después dio a luz a una de las más hermosas criaturas, un bebé varón sano y fuerte. Lloré cuando lo tuve entre mis manos y esparcí besos por todo su rostro al menos dando una probadita a lo que nunca iba a ser capa de tener.

Luego se lo di a ella y los hombres entraron a la habitación. Hadid resplandeció de orgullo al verlos a ambos bien. No dejaban los el rey y la reina de mirar embobados al bebé, incluida mi sobrina Kathleen.

Tuve que partir a casa casi sin despedirme ese día. Estaba muy feliz por ellos, dios sabía cuánto, pero también me sentía muy triste, Jairus viajó conmigo de regreso al palacete y esa noche me ayudó a dejar de pensar en eso, hicimos el amor como él y yo sabemos hacer y eso parecía funcionar.

Pero varias semanas después tuve que regresar al castillo. Ella tendría que presentar al nuevo miembro de la familia real y ponerle nombre. Yo me había encargado de prepararlo todo ese día. Con las damas esposas de los miembros de la cámara, hice los preparativos para la velada que presentaría al nuevo príncipe heredero.

Todo estaba perfectamente bajo control ese día. El salón de bailes estaba lleno a rebosar, la diversidad de culturas era algo digno de ver en los que asistieron al evento. Irlandeses, galeses, escoceses e ingleses, todos tal cual eran ahora, un solo reino formando por cuatro países.

Las trompetas sonaron indicando la entrada de los monarcas y sonreí al lado de mis padres y de mi esposo.

—Con ustedes el rey Hadid Edward Wentworth I y la reina Jaclyn Anna Lorais.

Todos esperaron su glamurosa entrada. Ambos lucían felices. El rey estaba apuesto con su traje real oscuro y su capa roja, la reina por otra parte, vestía un hermoso vestido color rosa pastel lleno de vuelos. En sus manos ella tenía a mi sobrino cubierto con un pañal de seda blanco.

—Os presento al nuevo heredero de esta nueva nación de cuatro reinos —anunció el rey Hadid tomando al bebé en sus manos y mostrándolo a todos los presentes.

—¡Que viva el nuevo heredero de la corona! —todos vitorearon lo mismo una y otra vez mientras mi hermana volvió a tomar a su hijo en brazos.

—Podéis continuar con la velada —declaró Hadid y el ambiente festivo volvió a tomar lugar.

Caminaron hasta el trono real y ambos se sentaron. Los invitados se comenzaron a aproximar a ellos para conocer el nuevo príncipe y las parejas de baile a bailar.

Los instrumentos de los músicos sonaban por todo el salón. Unas horas pasaron en las cuales bailé con mi esposo, con mi padre y charlé con mi hermana.

Ella parecía otra mujer después de convertirse en reina. Lucía espléndida con la corona sobre su cabeza. Su porte derrochaba seguridad y confianza. Ya no bajaba el mentón ante nadie y eso me hacía feliz.