Amo las libélulas, ellas representan cambios para resurgir, éxitos, prosperidad, fuerza o felicidad.
Siento que estoy en ese momento de mi vida, de constantes cambios y logros.
Manifesté las cosas que quería lograr, y creo que poco a poco estoy llegando a eso.
Una de esas cosas que esperé cumplir alguna vez, fue estar en Luzu.Y ahora estoy acá, tratando de darlo todo cada programa.
Pero algunas cosas empezaron a pasar, y no estaban dentro del esquema.
Esto empezó como casi cualquier otra historia, con pequeñas cosas sucediendo sin notarlas realmente.
Sonrisas, miradas y chistes tontos.
La gente vio cosas en esas interacciones, un deseo o fantasía de algo más.
Lo tome como algo que no iba a perdurar, porque estaban tratando de ver algo en nosotros que no estaba ahí, no de la forma en que ellos lo pensaban.
Pero en algún momento todo eso fue tomando forma dentro de mi mente.Y cómo un tornado empezó a arrasar con todo.
Me genera sentimientos tan contradictorios, ansiedad, felicidad y miedo. Porque no es un cuento, y las decisiones que tomamos con nuestros sentimientos en la palma de la mano, son tan riesgosos.
¿Cómo no temerle al rechazo? Si siempre fui la "amiga de los chicos", y para él siempre fue tan facil, con solo insinuar lo que quería, ya lo obtenía.
Me gustaría la valentía de decirle lo mucho que su sonrisa me alegra el día y como su atención me hace querer contarle todo de mi.
