Dos meses después...
Eleonor
-¡Eleonor!- Escucho un grito furioso a mis espaldas.
Aceleró el paso de mis pies descalzos, apresurando por encontrar un buen escondite. Me escabullo por una de las puertas del servicio, percatandome de su presencia pisandome los talones.
Me escondo dentro de un viejo armario, sintiendo mi corazón palpitar con fuerza dentro mi pecho. Me encontraba como si hubiese corrido una maratón, cuando apenas habían sido unos cuantos metros.
Pero la realidad es que el embarazo comenzaba surtir sus efectos, aún no se notaba del todo bien mi vientre sin embargo comenzaba sentirme, poco a poco, cada vez más pesada y sedentaria.
Aflojo el encordado del molesto corset que Judith había ajustado hasta dejarme sin respirar, aquella mujer podía llegar a ser del todo molesta si se lo proponia.
Por lo que podrán observar los últimos meses las cosas habían cambiado bastante, William tenía cada vez más trabajo por lo que apenas nos cruzamos durante el día y Magali había abandonado el palacio junto a sus dos hijas pocos días después del último incidente.
Aunque su ausencia me resultaba del todo placentera, se había encargado de dejarme un último "presente" de su parte para poder recordarla todos los días. Logró convencer a William que durante su ausencia, lo mejor sería dejarme a cargo de una institutriz. Siendo un poco más claros, de Judith.
Así que los días en los que William desapareció, que últimamente vienen siendo de lunes a lunes, tenía que soportar la insoportable presencia de la mujer que se empeñaba únicamente en hacer de mi vida un infierno.
Ahora mismo me encontraba huyendo de ella, con bastante éxito por el momento. Lo único que no había cambiado aquí era mi estado de cautiverio, ya habían pasado poco más de dos meses desde la última vez que vi a mi madre y amigas. Ya ni siquiera recibía visitas de Erin, mis días constaban únicamente de pruebas de vestido y clases de bordado.
Escucho los pasos de Judith alejarse por el corredor y se que es el momento perfecto de continuar con mi escape, no tengo muy claro a dónde me dirijo, lo único que sé es que necesito deshacerme de ella por un buen rato.
Me asomo por la puerta de servicio comprobando que efectivamente se ha ido en dirección contraria, me echo a correr a lo largo del corredor encontrando el escondite perfecto. Era un cuarto al que jamás había entrado, por lo que dudaba que Judith me buscase allí.
-¡Eleonor!- Vuelvo a escuchar sus gritos a la lejanía, a este paso advertirá a todo el palacio de mi repentina desaparición.
Ingreso en el lugar encontrándome con algo mejor de lo que esperaba, era una gigantesca biblioteca con una hermosa vista al jardín. Sonrió fascinada empeñandome en buscar un buen libro, hacía meses que no leía.
Recorro la biblioteca de arriba a abajo y en todas sus direcciones, hasta que por fin halló el libro indicado. Me debato entre sentarme junto a la ventana o detrás de una de las estanterías, hasta que finalmente me decido por la segunda opción. Sentía demasiada paz como para ser interrumpida por el primero que abriese esa puerta.
Sintiendo la emoción brotando por mi cuerpo, ansiosa me siento en el suelo, abriendo el libro por primera vez. Rápidamente me fundo entre sus páginas, perdiéndome entre el montón de letras, sintiéndome más viva que nunca.
El tiempo pasa volando y no me percato de cuánto tiempo ha pasado cuando comienzo a ver el atardecer caer sobre el jardín. Se me había ido toda la mañana y gran parte de la tarde, estaba segura que a estas alturas tendría a soldados buscándome por todas partes.
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La elegida
Romance¿Que pasaria si todo aquello en lo creias creer ternima siendo nada mas ni nada menos que una farsa?¿Si toda tu vida se te fuese arrebatada por una sola persona? ¿Que pasaria si por defender a tu pueblo y seres queridos terminaras siendo raptada? Qu...