Capitulo 24

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Eleonor

-¡Empuja!

-¡Hmmmg!

-¡Sigue así niña!

-¡Aah!- Suelto un grito desgarrador aferrandome a las sábanas de la cama.

La mujer entre mis piernas me alienta una y otra vez, haciendo énfasis en lo poco que falta para que el bebe nazca, pero los minutos simplemente no parecen avanzar.

Jamás había sentido un dolor semejante, todo había sucedido tan rápido que apenas pude pensar en todo lo que pasaría a continuación. Lo último que recuerdo es despertar ardiendo en fiebre y a William corriendo fuera de la habitación.

Sabía que el labor de parto no sería sencillo, pero esto supera todas mis expectativas.

-¡Joder, saquen a ese niño de una vez!- Chillo empapada en sudor, soltando unas cuantas lagrimas.

-Solo un poco más, El.- William regresa a mi lado con unos cuantos paños fríos para disminuir mi temperatura.

Coloca uno de ellos sobre mi frente y toma mi mano apretandola con fuerza. Respiro hondo dejando escapar unos cuantos sollozos, haciendo mi mayor esfuerzo para mantenerme consciente, cuando la partera vuelve a hablarme.

-Necesito que pujes una última vez con todas tus fuerzas.

Niego repetidas veces con la cabeza sintiendo mis caderas ensancharse, seguido de un dolor fulminante atravesarme el cuerpo entero.

-N-no no, ya no puedo.-Me remuevo en mi lugar muerta de dolor.- D-duele demasiado.

-Solo uno mas preciosa, lo prometo.- Me asegura intentando consolarme pero me veo incapaz de seguir.

-Su ritmo cardiaco disminuye.- Advierte una de las enfermeras poniendo en alerta a todos los presentes en la habitación.

La partera comienza a ponerse cada vez más nerviosa, mientras que me suministran medicamentos por una intravenosa y William maldice entre dientes empezando a ladrar órdenes.

-¡Sigue disminuyendo, perderá la conciencia en cualquier momento!

-¡Debemos sacar al bebe o la perderemos!

La tensión a mi alrededor aumenta, sin embargo no logro concentrarme en lo que dicen, lo único en lo que puedo pensar es en que todo acabe de una vez.

-Contaré hasta tres y empujares con toda tu fuerza...- Me ordena la partera y es tanto el alboroto que apenas puedo escucharla.- ¡Uno, dos, tres...!

-¡Ahmmg!- Gritó con todas mis fuerzas aferrandome a los brazos de William que me sujetan, sintiendo como mis paredes se ensanchan aún más expulsando algo dentro de mi.

El llanto desesperado del bebe inundan la habitación haciendo que unas cuantas lagrimas de emocion escurran por mi sudoroso rostro, caigo rendida sobre la cama mientras las enfermeras cortan el cordón umbilical.

-¡Es un niño!- Grita efusiva una de ellas.

-Bien hecho.- Me alienta sonriente el rubio que no tarda en tomar al niño entre brazos, depositandolo sobre mi pecho.

-Es un hermoso y sano varón.

Lo envuelvo entre mis brazos temblorosos acariciando sus pequeñas manitas, enseguida sus ojos color azul se abren por completo para analizarme. Suelta algunos quejidos hasta que finalmente su llanto cesa.

Sonrió con dulzura observando su delicado rostro, el cual es una mezcla hermosa de ambos. Sus ojos y cabello son idénticos a su padre, mientras que su nariz y facciones son una réplica en miniatura de mi misma.

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⏰ Última actualización: Jul 25 ⏰

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