Capitulo 14

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Eleonor

Doy vueltas entre los brazos de Ami, moviéndonos al compás de la música. Revoleo las caderas sintiéndome realmente feliz, mamá se une a nosotras con una enorme sonrisa.

La estaba pasando de maravilla, la cantidad de invitados se había reducido a más de la mitad quedando únicamente los más íntimos. Todos reían y bailaban en la pista de baile, incluso creí ver a la reina dando algunas vueltas por la pista.

Había perdido de vista a Wiliam luego del vals, Erik y sus amigos lo habían secuestrado. Yo por mi parte, había comido y bebido por demás. Mi cuerpo se había descontracturado del todo y cualquier rastro de temor se había esfumado.

Moví mis caderas de un lado a otro contorneando mi trasero, al igual que Ami, hasta que unas fuertes manos se adueñan de mi cintura. El cuerpo a mis espaldas me pega contra su pecho sin dejar de seguir el ritmo de la música, sus manos se deslizan por toda mi figura detallando cada parte de mi cuerpo.

No necesitaba voltear para saber de quién se trataba. En cualquier otro momento lo habría mandando a tocarse su propio trasero en vez del mío, pero ahora mismo me encontraba demasiado feliz y alcoholizada como para ponerme a gruñirle.

-Me gustaría ver más de ese baile en privado.- Sugiere con voz ronca sobre mi oído.

Niego con la cabeza.

-Ni en tus mejores sueños.- Continuó bailando contra su cuerpo.

Él me aprieta contra su cadera haciéndome notar su abultada entrepierna.

-¿Cuánto has bebido?- cuestiona divertido.

-Lo suficiente.- Grito sobre la música.

Erin nos observa divertida, sabiendo que claramente he excedido el límite de tragos en mi organismo. En mi defensa puedo decir que bebí por ambas.

-Es hora de irnos.- Comenta cuando la música comienza a bajar.

Las luces del salón comienzan a encenderse y vuelvo a verlo con un puchero en mis labios. No deseaba irme, todo había pasado muy rápido. Hacía meses que no reía de esta forma.

-Solo un rato más...- protestó colgándome de sus hombros.

Definitivamente estaba demasiado bebida.

-Nuestro yet sale en media hora.-Frunzo el ceño claramente disgustada.- Despídete de tus amigas.

-¿Cuándo volveré a ver a mi madre?- Rebato cruzándome de brazos.

-Dependiendo de qué tan bien vaya la luna de miel.- contesta encogiéndose de hombros.

-¿Dependiendo de cuanto me foll..?- Mis palabras son acalladas por una de sus manos, que rápidamente cubre mi boca.

-¡Joder, Eleonor!- Gruñe.- La gente nos mira, despidete de una vez.

Me suelta con el semblante serio y a grandes pensas me despido de mi madre y Ami. Nos fundimos en un fuerte abrazo prometiendo que regresaría pronto.

Erin no tarda en venir hacia mí y despedirse, remarcando que la llame de vez en cuando. Sin saber muy bien como lo haría le prometo estar en contacto con ella.

Finalmente, con una gran mezcla de sentimientos encontrados, salimos del palacio montándonos en una gigantesca limusina. Saliendo a la superficie por primera vez luego de meses de encierro.

William me saca los molestos tacones mientras me recuesto en uno de los sillones, la cabeza me daba vueltas y los párpados me pesaban. Ya estaba amaneciendo, el día parecía haber durado más de cuarenta y ocho horas.

La elegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora