Abrazos al Hokage

8

Shikamaru es un hombre paciente, claro, sus épocas de genin pueden dar créditos a qué es un ser que sabe cómo hagarrar una oportunidad y aprovecharla, tener un millón de planes y solo usar el que más del convenga, tiene el cerebro y el control de casi todo. Excepto de una persona en cuestión.

Naruto Uzumaki.

Rubio, escándaloso, lleno de energía, atolondrado, medio estúpido, amigo de gran corazón y con otras cualidades.

Ese ser siempre hace que haga el máximo esfuerzo, arruinando más de la mitad de sus planes por una u otra cosa y arreglándolo de forma tan rápida que da vértigo, es como su el chico tuviera la suerte y la mala suerte de su lado cada que pasa, con el siempre hay que tener todos sus sentidos, por si de casualidad quiere comenzar una pelea y se está muriendo pero o rayos, ya está sanando se y está hablando con quién pelea para luego hacerse su amigo, el maldito.

No lo tomen a mal, ama a su amigo, es como el hermano que nunca quiso por qué sería demasiado problemático, pero está serie de eventos hacen que quiera jalarse de los pelos, ¿Cómo es que nisiquiera uno de ellos pudo obtener un solo abrazo? Nunca fue quisquilloso, pero esto sin duda se escapa de sus movimientos planeados, a veces piensa si todo lo que hace Naruto está en contra del orden natural de las cosas.

—¿Papá? —Dice su hijo a través de la puerta de su cuarto de descanso en su casa.

—¿Dime?

—Mamá dice que invito a tu amigo a cenar, que llegara en una hora así que tienes que bañarte.

Gimió lastimero, no quería visitas, quería respuestas y necesitaba el silencio de su cuarto, ¿Por qué su rubia hermosa tiene que ser tan problemática? La ama, pero es demasiado para un día como este que estuvo más tiempo acomodando las cosas en la oficina, quería descansar.

—Y también que si no lo haces te golpeara.

El descanso tal vez tenga que esperar.

—De acuerdo, solo tomaré una siesta y luego me bañare.

Su hijo asiente y se retira, a su hijo, como lo quiere, es una linda copia suya con los ojos de su madre, inteligente, con más interés que el a su edad, puede presumir que es bien portado, aunque también está el pequeño detalle que le gusta Sarada, pero bueno, el tendrá que aañarselas con Sasuke, el pudo con Gaara, no tiene de que preocuparse.

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La plática con Hinata fue estupenda, le dio una idea de lo que puede esperar de todo.

—Sinceramente no se por que me pides a mi consejos.

—Por que eres mi ex.

—Exactamente, por eso no deberías pedirme los a mi.

—Vamos hina, eres la madre de mis hijos y mi amiga, se que tú de entre todas las personas puedes ayudarme.

A pesar de que Hinata es un ser de luz y estrellas a veces tiene un límite, claro es su culpa, pero le gusta que ahora por eso no podrían meterse con ella o apelar en su contra, a ¿Por qué ella es tan amable con el?

—De acuerdo, te ayudaré.

—¡Gracias!

—No tienes nada que agradecer, solo no hagas caso de las voces de tu cabeza que empiezan a decirte cosas desalentadoras.