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Puede ser que ame a sus amigos, pero sea lo que sea que quieran estaban legando a hacer cosas demasiado raras y estaban hablando de el quien es un experto en este ámbito tan grande que es cosas raras.

Ya había pasado dos días, el equipo de su discípulo no había llegado y estaba demasiado preocupado y eso lo desconcentraba, pero sabia que estarían bien, debían estarlo si no querían que lloviera el infierno en donde sea que estuviera su hijo y todos saben que si el lo quería nadie se lo impediría.

-¿Ya tienes tiempo o tendré que hacer una cita como dice Shikamaru?

Miro a su ventana, ya nadie tenia respeto sinceramente, pero como era su amigo lo podía dejar pasar, salió de entre tantos papeles que se lo comían vivo y se puso a su lado con una sonrisa.

 -Que dices, Teme, vamos antes de que alguien se le ocurra que es buena idea interceptarme en mi lugar de trabajo, ya van mas de cinco veces que alguien quiere dejar cosas aquí y estas se caen y tengo que reponer algunos papeles.

-No se diga más.

Sin consentimiento el azabache tomo al rubio de su cintura y lo saco del lugar cargándolo con su mano que estaba firme en ella, Naruto se estaba preguntando si esto podía no ser una buena idea, pero sinceramente por ramen podría hacer cualquier cosa mientras no fuera vender la aldea, eso no podría hacerlo.

Todos miraban como el su Hokage era llevado por un hombre de aspecto raro de la cintura, los chismes fueron rápidos mientras tomaban fotos y los publicaban, después de un tiempo el hashtag #Elnuevoamantedelhokage fue tendencia en las redes mientras todos cotilleaban sobre eso, pero eso no es algo que se entrarían tiempo después de su no cita.

 -¿Ramen o carne?

-Ramen obvio Teme, ttebayo.

El de pelo oscuro sonrió mientras lo llevaba, solo tomo minutos cuando ya estaban disfrutando su tazo, podía sentir miradas, malas miradas, pero no es algo que no hubiera sentido todos estos años, pero se sentían ligeramente diferentes.

-¿Sabes que los chicos quieren hacer otra fiesta en el bar?

-¿Tan pronto? no hace una semana fue la ultima -dijo el rubio mientras tomaba un poco de carne- tal vez pueda, aunque no prometo nada por que tendré que hacer la fiesta de Himawari.

-Lo suponía, pero tranquilo puedo ayudar.

Eso valió a una ceja alzada de el rubio mientras comía los fideos y sonreía con burla a su amigo antisocial, era raro que estuviera tan adherido a el ¿Tal vez también buscaba distracción después de su divorcio? no lo podría culpar cuando el también hacia lo mismo, además su convivencia a su lado hacia que se quedara mas tranquilo, el imaginarlo lejos le causa conflicto por las cosas que hizo, pero sabe que al final regresara, eso o sabe que iría a buscarlo por mar y tierra.

-¿Enserio estas  de acuerdo en ayudarme a organizar una fiesta infantil?

-Hey, todo para tu nena, además de que no todos los días puedo verte en otro lugar que no sea tu oficina.

-Por que no quieres visitarme en casa, ttebayo, siempre puedes venir y comer algo ahi y poder jugar con las cartas, soy muy bueno en eso.

-¿Por tu viaje con ese viejo?

-Nop, por la abuela.

Ambos ríen con suavidad mientras se miran, el ambiente es ameno y no hay necesidad de fingir que su relación no es como la de otros, tiempo atrás se preguntaron que era esto y erróneamente lo clasificaron como hermandad, pero sienten que es más, un sentimiento que compartian con sus esposas si, pero era mucho mas profundo, tal vez. . .

-Sasuke.

-Naruto.

Ambos se miran con nervios, ¿Platicar ahora sus sentimientos estaría bien aun sabiendo que no hace mucho amaron a alguien? No, era algo que debían manejar con cuidado o si no podrían romper algo que repararon con mucho cuidado, debían ser muy cuidadosos con sus sentimientos y las del contrario.

-Sasuke, tu primero.

-Y-yo quería saber si... ¿Quieres tener un-

-¡Sasuke-sensei! ¡Aléjese de mi padre o si no mi katana lo encontrara!

Ambos giraron la cabeza, el quipo siete se veía destrozado, aun así Boruto sostenía la Katana en algo y sus compañeros lo estaban jalando con cuerdas para que no se abalanzara a su padre o tío, Mitsuki no estaba del todo seguro del como clasificarlo, pero ambos niños tenían en cuenta que si no lo sostenían bien cometerían un asesinato.

-¿Boruto que te pasa? -Naruto corrió hacia los niños mientras los inspeccionaba, estaban fuera de la oficina así que podía verse como un simple padre preocupado, a veces odiaba los gajes del oficio.

-P-papá.

El pequeño rubio soltó el arma y abrazo a su padre mientras lloraba, los demás tenían una gotita en su frente por como veían a su amigo o alumno.

-S-séptimo, nos emboscaron, una disculpa, y-yo no pude protegerlos bien.

Sarada estaba devastada, era una chunnin pero sus fuerzas fueran mínimas comparadas con sus compañeros y casi hacen que los maten, tenia un nudo en su garganta y los pensamiento cada vez mas devastadores en su cabeza, unos brazos la devolvieron a la realidad y casi se le sale el alma, el séptimo ¡abrazándola! ¡A ella! ¡Sarada Uchiha! 

-No fue tu culpa, las emboscadas son así, ahora deben ir al hospital para que los traten y ver que sus heridas no sean letales.

Le sonrió a la pequeña y beso su frente mientras llevaba a su hijo en brazos, el cual solo había lanzado miradas venenosas a todos ahí para su gracia y exasperación, ¿Que haría con sus celos? preguntas para mas tarde sin duda, ahora debían ir al hospital.

-Sasuke-Teme, ¿Me dices luego lo que sea que querías decirme?

-Y-yo si, corre yo también llevare a Sarada al hospital con los otros.

El rubio asintió, la pequeña Uchiha estaba en otro mundo, primero un abrazo y luego un beso, podría morir estaba hecho, sus fantasías de niña estaban mas que saciadas y ahora simplemente tenia que ser Hokage y todo seria fantástico.

-¿Sigo viva verdad?

El padre de la pequeña alzo una ceja mirando a su hija toda roja y con la mirada perdida, era como tener a su esposa en sus primero días de noviazgos, era tierno, pero los celos de padre lo llenaban, ahora ¿a quien debía amenazar?

-Muy vida, ¿Vamos al hospital?

-. . . Papá, ¿Sabes de los planes locos de tus amigos? ¿Los de si abraza como oso? 

Guardo silencio, ¿Sakura la metió a esa locura? lo que faltaba.

-Lo se.

-¿Puedo ir a decirles que de hecho es como abrazar a un algodón de azúcar?

Su ojo tembló.

-No, que ellos sufran un poco más.

La pequeña solo asintió mientras caminaba al lado de su padre y Mitsuki que parecía contento de ir hacia donde fueran sus amigos.

Abrazos al Hokage Donde viven las historias. Descúbrelo ahora