Mara, una joven elfa que huye de su hogar en busca de libertad, se pierde en el Bosque Negro y descubre el reino oculto de Thranduil. Acogida por los elfos del reino, encuentra en ellos un nuevo hogar.
Mara forma un vínculo especial con el rey Thra...
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Mirkwood se sumía en la penumbra mientras la noche se extendía sobre sus frondosos árboles. En el interior del palacio de Thranduil, Mara se encontraba sentada frente a una chimenea, su mirada perdida en las llamas danzantes mientras sus pensamientos la llevaban de vuelta a los eventos que la habían llevado a huir de su hogar. Legolas y Taruiel se encontraban a su lado, ofreciéndole su apoyo silencioso mientras esperaban pacientemente a que ella estuviera lista para compartir su historia.
- ¿Cómo pudieron hacerme esto? - murmuró Mara, su voz cargada de angustia. - Mi propia madre... planeando traicionar a mi padre, a nuestro reino, solo por su ambición. - Legolas puso una mano reconfortante sobre el hombro de Mara, transmitiéndole su solidaridad. Taruiel asintió con comprensión, sus ojos reflejando la empatía hacia la joven princesa.- A veces pasa en familias rotas, pero a veces la ambición puede cegar incluso a aquellos más cercanos a nosotros. - comentó Taruiel, su tono suave pero firme.
Mara asintió lentamente, sumida en sus recuerdos. La imagen de su madre, Mirana, planeando en secreto con los nobles del sur y forjando alianzas con los enemigos de su reino se había grabado en su ente como una traición imperdonable.
- Todo comenzó hace semanas cuando me enteré de que no era suya... - comenzó Mara, su voz temblorosa mientras revivía los eventos en su mente.
"Me encontraba en la biblioteca del palacio, un lugar que siempre había considerado mi refugio. Entre los pergaminos antiguos y los tomos de sabiduría élfica, descubrí un documento sellado con el emblema de mi familia. Mi curiosidad me llevó a romper el sello y desplegar el pergamino, sin saber que lo que leería cambiaría mi destino para siempre.
El documento era una correspondencia entre mi madre y el líder de los elfos del sur. Leí con horror cómo planeaban derrocar a mi padre, el rey, y cómo yo era la pieza central de ese plan. La propuesta de matrimonio no era más que una fachada para unir los reinos bajo una nueva corona, una corona que Mirana deseaba llevar.
La traición era demasiado profunda, y supe que debía actuar. Con el corazón pesado, tomé la decisión de huir esa misma noche. Empaqué lo esencial y escribí una carta a mi padre, revelando la conspiración y expresando mi amor y lealtad hacia él."
- Elegiste bien al venir aquí. Los elfos del sur nunca han sido vistos, no por mí ni ninguno de mi linaje. Son una especie... distinta, peculiar. - informó Legolas desde una parte de la sala.
- Sangrientos, llenos de locura... Aman la guerra, la aman más que a su propia vida. - siguió Thranduil. - Mirana a cometido traición, y tu padre a cargado con ello tras marcharse.
- ¿Cómo? - se volvió a Thranduil
- Tu padre huyó hace unas horas, mis guardias lo localizaron cruzando el río. Ahora la reina es Mirana. - camino por la sala de brazos cruzados. - No iniciaré una guerra que no me corresponde, ni a mi ni a ti. Puede que lleves mi sangre, pero no eres mía, no del todo. ¿Sabes quién es tu madre en realidad?
