Mara, una joven elfa que huye de su hogar en busca de libertad, se pierde en el Bosque Negro y descubre el reino oculto de Thranduil. Acogida por los elfos del reino, encuentra en ellos un nuevo hogar.
Mara forma un vínculo especial con el rey Thra...
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Cuando se separaron, sintieron un ruido entre los árboles, Legolas se había ido al ver como Mara había aceptado el tratado y no había visto nada después, se había negado a ver como la joven elfa de la que se había enamorado, ahora era de su padre y no de él.
- ¡Agachaos! - gritó Legolas disparando una flecha que iba directa hacía Mara, los dos elfos miraron a Legolas y Mara al rey.
- Detrás de mi. - le ordenó a la elfa, no dudo y se colocó detrás de él, observando como sacaba su espada con elegancia. - Legolas, rastrea de donde vino, y alerta a Taruiel, si es que no esta borracha. - termino diciendo con desdén, manteniendo a Mara detrás de él, y le susurró. - No lo hago porqué sepa que sabes defenderte, sino para tenerte cerca si ocurre algo.
- Thanduil. - gritó Mara alzando las manos para detener la flecha que venia hacia ella, pero él se giró y mantuvo una mano alrededor de ella y la otra en la espada, cortando la flecha. - Dame algo, rápido. - gritó con insistencia, Thranduil le dio sus dagas plateadas y con una agilidad innata se separó de él y atacó a un orco que se dirigía hacia ellos.
- ¡He avisado a los hobbits! - gritó Taruiel llegando con ellos con su arco en mano. - Están a salvo.
En ese momento, cuatro orcos emergieron de entre los árboles, sus ojos brillando con malicia. Thranduil se lanzó hacia adelante, su espada danzando en el aire. Cortó a uno de los orcos con un movimiento fluido, pero otro se acercó por su lado ciego. Mara se enfrentó a otro orco, sus movimientos gráciles y precisos cortándoles profundamente. Mientras tanto, Legolas disparaba flechas con una precisión mortal, derribando a los orcos que intentaban acercarse.
Uno de los orcos, más astuto que los demás, logró escabullirse por detrás y, en un momento de distracción cuando defendía las espaldas de Mara, atacó a Thranduil. El rey elfo giró para enfrentarse al nuevo enemigo, pero no pudo evitar el golpe de la espada del orco que se clavó en su costado. Thranduil soltó un gruñido de dolor, pero no retrocedió, se giró y decapitó al orco atacante.
- ¡Thranduil! - gritó Mara, corriendo hacia él. - Estás...
- No es nada. - respondió el rey, apretando los dientes. - Solo un rasguño. - Tauriel disparó su última flecha, eliminando al último orco que quedaba en pie. Corrió hacia Thranduil, preocupación en su rostro.
- Majestad. - dijo, su voz firme pero preocupada.
- Estoy bien. - insistió Thranduil, pero rostro contaba otra historia. - Legolas y tú marchaos e informad al consejo. Quiero que un informante avise a Elrond. - dijo solemne.
- Ada. - se acercó Legolas bajando por las ramas del árbol. - Sabe que tienen veneno, un corte y...
- No te preocupes, tengo la hierba en casa de Frodo, espero que haya suficiente. Mañana al alba iremos con Elrond. - declaró Mara guardando sus armas y cogiendo la espada de las manos de Thranduil. - Este ataque fue planeado, van a por todos los reyes elfos...
