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Algunos minutos habian pasado cuando dos hombres totalmente desconocidos entraron a la habitación.

- Ponte esto y no digas nada - dijo un hombre de estatura alta y cabello rubio

Aquella tela era solo eso una simple, corta y casi transparente tela. Estaba segura que si me ponía eso iba a quedar expuesta.

- No pienso ponerme eso. Estaría prácticamente desnuda

- No vamos a discutir. Ponte eso o te lo pondremos a la fuerza - ahora el que hablo fue un tipo con apariencia un poco más vieja que el rubio

No respondi y tampoco me moví.

- Tu decides - fue lo último que dijo antes de chiflar

No ocurrió nada más que los tres formáramos un silencio muy incómodo. Segundos despues un grupo de hombres musculosos entraron a la habitación, dos de ellos agarraron mis brazos haciendo una maniobra para que si intentaba soltarme me doliera. Comencé a gritar, un hombre cerro la puerta de la habitación con seguro y otro me tapo la boca con su mano.

- Así que no te lo quieres poner. Te haremos el favor y te lo pondremos nosotros- dijo el rubio

El chico rubio rompió mi blusa de tirantes y intento romper mi short pero al ser de Jean la tela era rigida así que solo lo desabrochó. Eso hizo que quedara solo en ropa interior. Con desesperación rompieron mi sostén partiéndose en dos miéntras yo gritaba y me movía pero eso hacia que me muriera de dolor por el agarre que ejercían los dos hombres a mis espaldas.

- Que suerte tendrá tu comprador - esta vez hablo el castaño que parecía mayor al rubio

No dije nada, no podía. Mi cara era un mar de lágrimas y mi cuerpo estaba lleno de impotencia y rabia. Quería gritarles en la cara las palabrotas que me cruzaban en la mente pero mis cuerdas vocales no funcionaban.

Estaba totalmente expuesta apesar de mi feminidad que estaba tapada con ropa interior. Podía ver apesar de las lágrimas la sonrisa perversa del rubio que me miraba con deseo. Sentí asco, repugnancia hacia aquellos hombres. Se notaba que disfrutaban que sufría.

Después de unos segundos ya estaba vestida, después de que me hayan manoseado y tocado, ya tenia puesto el baby doll.

- Perfecta. Esta buenísima- dijo el rubio

Me quedé callada.




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