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Salí del comedor y comencé a caminar por la casa. no habia nadie en ninguno de los largos pasillos, ni siquiera José que ya era como mi niñera. Luego de caminar por unos segundos llegue a la que creo que es la cocina, pero no entre, sabia que habia gente, se escuchaban murmullos y si entraba alguien le podia contar a Maxim y mi plan de escape estaria tirado a la basura. 

Me aleje de la puerta y seguí caminando, di con otra, esta era más grande, supuse que era la principal, me pareció raro que no haya ningun guardia pero seguí.

Salí del interior de la gran mansion, solo me faltaba cruzar una gran verja que dividia la cuidad con este edificio. Y si, no olvido que estoy en Rusia, un pais totalmente diferente al mío, donde incluso hablan con otro idioma, pero espero que las clases forzosas de Español que me dio mi madre toda mi vida sirvan para algo.

La verja estaba cuidado por un guardia, se notaba que era bastante joven, creo que de unos 20 años como mucho. Me acerque a él implorando un milagro para que me dejara salir.

- Hola, ¿Qué necesita? - me sorprendió que hablara español

- Voy al supermercado, el jefe me dió la orden, necesito que me dejes salir - en mi defensa fue la mejor excusa que vino a mi cabeza

- Esta bien

Se dio vuelta y en un aparato electrónico comenzó a poner unos números, los llegue a ver perfectamente: 294613. Al instante la enorme verja comenzó a abrirse, fue ahí cuando do me dí  cuenta que no estábamos tan alejados de la cuidad, en unos kilómetros desaparecían la mayoría de árboles dando a indicar que salías del bosque.

- Gracias - le sonreí

- Un gusto

Después de que terminará de hablar curce la verja.

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