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Para mi mala suerte el auto se quedó sin nafta en el medio del bosque, me baje de él y comencé a a caminar despacio, supervisando si no me estaban siguiendo y no, no lo hacían.

Llevo varios rato caminando en círculos, creo que estoy perdida, supongo que pasaré la noche aquí.

Pongo algunas hojas largas del piso en un árbol creando una especie de refugio. Me acosté dentro y poco a poco, comencé a quedarme dormida.

(...)

Siento un dolor en las muñecas y en los tobillos, como si estuviera atada. Intente girar mi cuerpo al lado izquierdo para estar más cómoda, pero no pude, algo tiraba de mi y un tintineo se escuchaba. Abrí los ojos de repente, no estaba en el bosque, estaba en la habitación de Maxim, no sólo eso, estaba encadenada a la cama.

De repente, el ruido de una cerradura abriéndose inundó la habitación.

- ¿Cómo durmió mi hermosa princesa? - dijo Maxim entrando a la habitación y cerra do la puerta con llave  aunque este encadenada

- Ya lo sabía pero no queria aceptar que estabas tan loco, ¿Encadenarme a una cama? ¿En serio? - suspiré-  Esta generación ya no tiene buenas ideas, que lastima

Se acostó a mi lado, apoyandose en su brazo izquierdo.

- Es que no sabes que esto es solo el comienzo - sonrió al ver mi cara de miedo - cuando te folle por primera vez me encanto y desde entonces lo quería repetir, así que se me ocurrió hacerlo ahora ¿Qué te parece?

- No quiero - intente alejarme cua do se empezó a acercar

- Yo si - junto nuestros labios

VendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora