Divididos [Oficial Completa✓]

▫️Capítulo 14▫️

Cuando se subieron al auto que los llevaría a la casa de campo de Mel, Suly estaba verdaderamente agotada de todo y de todos, y bueno, la compañía no ayudaba, por eso agradecía mucho que Iván fuera a acompañarla a pesar de las compañías: la chica que lo amaba a escondidas desde la secundaria, sus insoportables amigos, su querida ex, el imbécil reaparecido y el amigo que lo traicionó. Sì, eso màs que un viaje para relajarse era la oportunidad de poner a prueba su tolerancia y la supuesta frase ya lo olvidé. Claro, eso solo fue una estupidez comparada con el desastre que se les vendría después, cuando llegara el verdadero momento de estar divididos.
      
El camino para Iván estaba siendo verdaderamente intolerable, encima Gonzalo no dejaba de mirarlo con mala cara por traer el brazo por encima de los hombros de Suly, como si eso fuera su problema, es que todavía no entendía que diablos hacía ese ahí.
       
Las chicas se la habían pasado hablando de todos los preparativos de las fiestas del pueblo, al parecer se dividirían las tareas, los demás, se la pasaron diciendo de que con ellos no contaran para esa ridiculez, mientras tanto Suly y él solo se miraban y asentían a todo lo que decía Mel, cuando ni siquiera le estaban prestando atención…en cambio Ailen no paraba de criticarlo todo, como era tan típico de ella…

__ Bueno, ¿se te ocurre algo mejor? – Explotó Mel por fin, después de llevar horas aguantándola.

__ Quizás algo que no sea tan cursi…– Se defendió la otra.

__ ¿Y por qué demonios no lo haces tú y ya? – Vale. Suly no era la única que no soportaba a Ailen.

__ Porque para eso estás tú…

__ Ay cállenla por favor que no hay quien la aguante – Mel estaba bastante enfadada, y fuera como fuera, Ailen debería controlarse, en casa ajena…manda la dueña.
       
Por suerte pareció entenderlo y al fin se calló, pero estaba claro que esos dos días no iban a ser para nada pasivos, y los problemas les iban a sobrar.
      
Para cuando llegaron a la hacienda ya era bastante tarde, Mel les dio un breve recorrido aunque Suly ya la conocía de sobra, la decoración era bastante sencilla, nada extravagante o lujoso sino todo los contrario, habían varias fotos de la familia y de sus amigos. Estaban tan cansados que no tardaron en pedirle que los llevaran a las habitaciones. Las chicas se quedarían en una y los chicos en otra, lo que significaba una gran prueba de supervivencia.
      
Ya Suly se disponía a acostarse cuando sintió la voz de la fastidiosa de Belén.

__ ¿Y si llamamos a los chicos para jugar Verdad o Reto? – Preguntó con gran entusiasmo…
      
Aunque Suly y Mel intentaron negarse ya era demasiado tarde, en menos de un minuto estaban todos sentados en el piso mientras Iván decía que eso siempre terminaba mal, y mira que tenía razón. 
      
Las preguntas se hacían inofensivas cuando no se dirigían a ninguno de los dos, pero conforme fue pasando el rato, la cosa fue agarrando seriedad, y cada vez la situación era màs incómoda, o al menos para algunos, porque Belén sonreía triunfante, su novio le seguía la corriente como el buen baboso que era, mientras que Ailen y Gonzalito no dejaban de mirarse expectantes cada vez que se hacía una pregunta relacionada con ellos.
      
En cambio la otra parte de la reunión no estaba muy cómoda, Mel no había levantado la vista del suelo ni un solo momento, ni siquiera cuando le tocaba responder, porque claro, siempre elegía verdad, David parecía avergonzado, no paraba de repiquetear los dedos encima de su rodilla, estaba ansioso por irse de allí, Suly no paraba de lanzarle miradas de reojo a Gonzalo, eso tenía bastante molesto a Iván y encima las preguntitas que le tocaban…

__ ¿Verdad o reto? – Preguntó Belén mirándolo con una sonrisa maliciosa en su rostro…
       
Y por supuesto, pidió verdad…como en las últimas mil ocasiones que la dichosa botellita se había girado hacia él.

__ ¿Qué es lo que más te gusta de Suly? – todos sabían que era una impertinente pero en ese momento lo estaban confirmado… la verdad no era un pregunta difícil, podría haber pasado horas hablando de eso, de cada detalle, de cosas que para todos serían insignificantes, la conocía tan bien que pudiera haber dicho cualquier cosa, pero decidió no seguir tensando la cuerda.