Capítulo 9: Cuenta conmigo.

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Count On Me - Bruno Mars

Cellbit

-Y así fue como me convirtieron -escanee nuestros alrededores con la vista-. ¿Y a ti?

-Mmmmm, en resumen me salvaron de morir desangrado -encogí mis hombros para estarle importancia al asunto.

-No mames, que fuerte wey -Roier alzó los brazos y su espalda trono- Ya me canse de estar en la misma posición, ¿No podemos correr?

-No -mi tono fue firme, para ser honestos yo también estaba agotado, estar en la misma posición por muchas horas era desgastante, comúnmente me la pasaba en movimiento, y al parecer él también.

-Pinche madre -se quejó.

Llevábamos como 12 horas en caballo, hacíamos breves paradas para que descansarán y tomarán agua, después retoma amos el camino. Si fuéramos corriendo sería más rápido y fácil.

Pronto cayó la noche y no detuvimos en una pradera qué era iluminada por los últimos ratos de sol que se asomaban en el horizonte, Roier bajo de su caballo y corrió a gran velocidad por todo el pasto, regreso y se tiro abriendo sus piernas y brazos, reí cuando suspiro exageradamente.

-¡Al fin!, la puta madre, ya no aguantaba ni un punto minuto más arriba de Vicente -baje de mi caballo y los guíe al pequeño riachuelo para que tomarán agua, cuando me aseguré de que lo hacía regrese con mi compañero.

-¿Vicente? -pregunté sentándome a un lado de él, asintió y cerró los ojos.

-Así se llama uno de los caballos favoritos de mi apa Vegetta -retiro la bandana azul sobre su frente y comenzó a lanzarla al aire, jugando con ella.

Mire atento como jugaba con la prenda, en un momento cuando estaba en el aire se la arrebate y la escondí detrás mío, Roier frunció el ceño y abrió los ojos, me miró seriamente.

-¿Y mi bandana, culero? -encogí mis hombros tratando de reprimir la sonrisa que amenazaba por salir. Alzó una ceja-. No te hagas pendejo, Cellbit.

Se incorporó y movió su torso buscando alrededor suyo su pertenencia, mordí mis labios escondiendo una risa, él me miró seriamente y después se abalanzo sobre mi, perdí el equilibrio y caímos los dos al césped.

Reímos y se apoyo en sus brazos para sostenerse. Su rostro era adornado con una reluciente sonrisa, su cabello caía sobre su frente y se acomodaba de lado. Fofo.

-¿Ya te diste cuenta en que posición estamos? -mencioné, el castaño analizo la situación y se sonrojo, solté una gran carcajada, cuando intento pararse lo sostuve fuertemente de la cintura para que lo hiciera.

-Suéltame, pendejo -movió un cuerpo tratando de soltarse, yo era más fuerte-. ¡Que me sueltes, cabrón!

Me seguí riendo, el contrario suspiró y dejo caer su peso sobre el mío, su cuerpo era muy cálido, o el mío era muy frío.

-Ro -lo llamé e hizo un sonido indicando que me escuchaba-. Disfruto tu compañía.

Me sincere, alzó su mirada encontrándose con la mía, sonreí y él hizo lo mismo, lo solté pero no se movió ni un poco.

-Y tu eres muy cómodo -reí por su comentario, mi mano se desplazo a su espalda baja dejando pequeñas caricias inconscientemente.

Después de unos minutos estar semi abrazados lo quite de encima mío, ganando una queja por su parte, me levante y le dije que iría por algo para comer, no habíamos bebido desde ayer, yo aún podía aguantar un poco más, pero contemplando que pronto estaríamos rodeados de muchos humanos sería algo complicado si no lleváramos el estómago lleno.

Como tú | Guapoduo | QSMP AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora