Capítulo 17: Sentimientos Agridulces.

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Víctor's Piano Solo - Tim Burton's Corpse Bride Soundtrack.
Ocean - Karol G.
No Hay Nadie Más - Sebastián Yatra.

Roier.

Me pasee por algunos pasillos del castillo Oscuro, estaba aburrido.

Hace unos días, mi familia y yo fuimos invitados a una cena con los lobos y aquí estamos, eso fue ayer en la noche así que ya no teníamos nada que hacer.

Mi papá Vegetta esta ayudando con no se que a Philza y Missa, como la buena mamá luchona que es, batalla con Leo, Pac y Mike, los tres se aliaron para hacerles travesuras a todo el mundo.

Cellbit estaba ocupado grabando sus canciones para su nuevo álbum, y yo... Yo estoy libre y totalmente aburrido.

Caminé por unos cuantos pasillos más, observando todo a mi alrededor, frecuentemente me topaba con la servidumbre, que no era como tal, pero si servían a los reyes y los apoyaban.

Baje las amplias escaleras de un salto, di la vuelta a la derecha y seguí con mi recorrido, tarareaba una canción muy bajo y pasaba los dedos por algunos bordes.

Llegué a una gran sala, me gustaba porque en ella había un gran piano, una chimenea, algunos sillones y estanterías. Las cortinas estaban abiertas, dejando ver el cielo nublado.

Pase mis dedos por el piano, tomando asiento en este y tocando algunas notas al azar.

Cuando era más joven, me había propuesto aprender a tocar al piano, pero al pasar el tiempo perdí el interés, solo me se algunas canciones.

Recordé una una melodía en especifico, acomodándome mejor en el asiento, subí mis dos manos presionando delicadamente las teclas, creando una suave melodia.

Mis manos se movían lentamente por toda la extensión, cerré los ojos concentrandome en recordar correctamente. Mis muñecas bailaban al compás de la melodia, empecé a tocar más fuerte.

Abrí los ojos y subi la mirada, dejando de tocar de golpe y dando un pequeño brinco del susto. Cellbit estaba recargado en el cuerpo del piano, con sus brazos sobre este y su cabeza apoyada entre ellos.

—No sabía que tocaras el piano, bonito —ladeo un poco la cabeza, me sonroje y aparte la mirada.

—Solo me se algunas canciones —mi novio soltó una risita y miró su reloj, bufó—. ¿Ya terminaste?

—No, solo me di un pequeño descanso —rodeo el piano y tomó mi mentón, subiendo mi rostro y depositando un ligero besito en mis labios—, ya tengo que regresar.

Asentí y volví a besarlo.

—Entonces ve, así terminas antes y podemos estar más tiempo juntos —tracé un camino por su brazo con mis dedos.

—Te veo en unas horas —besó mi mejilla y salió de la habitación.

Mi vista regresó al piano, trate de recordar otra canción, mordí un poco mis labios al intentar encontrar las notas correspondientes.

Mis dedos presionaron las teclas, sonreí al recordar como había conocido esta canción.

Si algún día te vas de casa, Yo te llevo a la Nasa, Eh, pido un cohete, Y voy directo por ti —mi voz no era la mejor, pero me gustaba cantar—. Y si no estoy y algo te pasa, Recuerda que todo en la vida cambia, Y no importa lo que pase, Te prometo no faltarte...

Deje de tocar un momento, tratando de que el nudo en mi garganta se disolviera. Esta canción en especifico me hacia tener sentimientos encontrados. Tome una larga respiración y continúe.

Como tú | Guapoduo | QSMP AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora