Capítulo 16: Beso.

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Beso - Jósean Log.

Roier.

-¡NO, CELLBIT! -me carcajee más fuerte cuando sus dedos presionaron mi espalda.

Grite, patalee y me queje pero nada parecía pararlo, sus dedos se movían agilmente por todo mi torso y espalda, ocasionalmente se desviaban a mi cuello y otras veces a mi estómago.

-¡CELLBIT! -volví a gritar, esta vez, logrando darme la vuelta sobre la cama.

El cenizo siguió con su misión, haciendo cosquillas en mi espalda.

Resulta, que descubrió lo cosquilludo qué soy, encontrando mis puntos débiles, uno de ellos era la espalda.

Estábamos en mi habitación revisando sus últimos lanzamientos, su mano acariciaba mi espalda, hubo un momento en donde su dedo trazo un camino desde mi cuello hasta mi espalda baja, logrando que me retorciera en cosquillas.

Desde ahí, empezó una guerra en la que claramente iba perdiendo.

Me volvió a voltear, quedando atrapado entre sus brazos, se tumbó a un lado mio y suspiramos los dos.

-Eres muy cosquilludo, amor -sonreí por el tierno apodo.

Amaba nuestra relación, nos conocíamos y complementabamos tan bien que parecía surreal. Nuestro enlace se fortaleció, haciendo todo mucho más intenso, las emociones y los sentimientos creían cada vez más de una manera hermosa y delicada.

Nuestras almas estaban tan conectadas qué no impartaba qué, siempre sabíamos sobre el otro, nuestra conexión iba más allá de lo físico, transportandonos a otros planos en donde solo existíamos nosotros dos.

Y es que éramos, Cellbit y yo contra el mundo.

-Nos desviamos del tema -me senté en mi cama y él hizo lo mismo, dejando un suave besito en mi nuca y apoyando su mano en mi muslo.

El contacto físico era algo que siempre estaba presente, pequeños roces o cualquier cosa, sea la más mínima.

-¿Entonces?

-Me parece buena opción -pase un par de hojas arrugadas por el ajetreo anterior-, mira, wey, las arrugamos todas.

-No me digas wey -frotó su mejilla con la mía, algo que hacia muy a menudo.

-No lo hago si te transformas -pedí con una voz infantil, la que sólo usaba con Cellbit.

Rodó los ojos y se bajó de la cama, tomando las hojas y dejándola en la mesita de noche, volvió a subir.

-Sabes que no me gusta transformarme, es vergonzoso -se sentó en posición de indio, yo gatee y me senté sobre su piernas.

Rodeo mi cuerpo en un abrazo y yo recargue mi peso sobre el suyo.

-Ándale, solo un ratito -subí mi cabeza, apoyandola en su pecho, sonrió y cerró los ojos. Bingo.

Su cuerpo comenzó a cambiar, sus brazos tronaron, parecía como si sus huesos se rompieran, su cuerpo obtuvo mayor tamaño, rasgando su ropa, pelaje comenzaba a aparecer al mismo tiempo que orejas y una cola.

Pronto, un lobo, de hermoso pelaje blanco, estaba detrás mío, su cabeza se frotó contra mi brazo y me di media vuelta. Recosté mi cabeza sobre la suya, pase en brazo por su cuerpo y lo abrace.

El lobo chillo feliz, cerré los ojos mientras acariciaba debajo de sus ojeras. La puerta fue abierta y un agudo grito hizo que abriera los ojos.

-¡ROIER! -Rivers grito, su cara más pálida de lo normal, Leo y Mariana entraron corriendo.

Como tú | Guapoduo | QSMP AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora