"Liderazgo y hermandad"
Sentado en su imponente trono de obsidiana en el corazón del inframundo, Hades contemplaba el eterno flujo de almas con una calma imperturbable. Su dominio sobre los muertos y el reino oscuro siempre había sido su fuente de poder y soledad.
Sin embargo, todo eso cambió en el momento en que Akira entró en su reino. La vampiresa, con su mirada intensa y sus cabellos oscuros como la noche, emanaba una presencia que capturó su atención de inmediato. No era solo su belleza, que rivalizaba con las estrellas más brillantes del cielo nocturno, sino la determinación en sus ojos que desafiaba incluso la oscuridad del inframundo.
Hades encontró sus respuestas ingeniosas y directas, algo que no esperaba de un ser tan joven y aparentemente frágil. Sus palabras eran como el susurro del viento entre los cipreses, su presencia una flor rara que florece en la eterna noche de su reino.
En aquel momento, Hades se sorprendió de su propio interés por Akira. Había algo en ella que lo desarmaba, algo que lo hacía olvidar por un instante su inquebrantable dominio sobre el inframundo. Era como el rocío que refresca la tierra árida, como un rayo de sol que atraviesa las sombras más densas.
Apolo apareció de repente ante Hades, con una sonrisa tensa pero amigable en su rostro radiante. Hades, siempre serio en su trono oscuro, levantó una ceja con curiosidad al ver al dios del sol frente a él en el inframundo.
—Hades—Comenzó Apolo con una seriedad que reflejaba su preocupación—Necesitamos discutir la profecía.
—Las Moiras ya han tejido el hilo de su destino, Apolo. No podemos cambiar lo que ellas han decidido, tu mas que nadie lo sabes.
Apolo frunció el ceño, su mirada intensa reflejando determinación.
—Pero Akari es más que una mera marioneta, es una niña aun.Es mi hermana, Hades. Como dios, tengo la responsabilidad de protegerla.
—Comprendo tu preocupación—Hades sonrió levemente—Es más que válida. Pero no se adonde quieres llegar.
—Haz una tregua temporal. Al menos hasta que cumpla los dieciséis.
Hades dejó escapar un suspiro pesado, comprendiendo la obstinación de Apolo.
—Apolo...
—No permitiré que el destino de Akari sea dictado sin luchar. Haré todo lo posible para asegurar su bienestar, incluso si eso significa desafiar a las Moiras y a los mismos designios divinos.
—Cuida tus palabras. Aún no eres un Dios tan antiguo como yo, no conoces los resultados desastrosos que conlleva romper una profecía como esa.
La tensión entre los dos dioses persistió en el aire, cada uno aferrado a sus convicciones mientras contemplaban el incierto futuro de Akari, atrapada en el centro de los designios divinos.
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ʟᴏꜱ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏꜱ ᴅᴇʟ ɪɴꜰʀᴀᴍᴜɴᴅᴏ|ʜᴀᴅᴇꜱ
Fanfiction天上天下唯我独尊 "ᴇɴ ᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ʏ ʟᴀ ᴛɪᴇʀʀᴀ, ꜱᴏʟᴏ ʏᴏ ꜱᴏʏ ʜᴏɴʀᴀᴅᴏ". Percy Jackson fanfiction.