VII.

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"Amenazas entre otras conversaciones"

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"Amenazas entre otras conversaciones"

Estabamos cruzando el rio Potomac y un helicóptero negro sobrevolaba por encima de nosotros

—Debemos dejar la furgoneta—Dijo Percy—La han identificado.

Suspire dando un brusco giro hacia la izquierda.

—Quizás, los militares los derriben—Dijo Grover.

—Son mercenarios—Dijo Zoe con amargura—Es repulsivo, pero muchos humanos son capaces de pelear contra cualquier cosa con tal de una buena paga. No sé cuánto vean a través de la niebla pero harán cualquier cosa por dinero.

—No le importa que sean niños lo que están dentro.

El helicóptero se acercaba cada vez más. A aquel paso acabaríamos batiendo una marca mundial. Mientras nosotros con el tráfico de Washington lo teníamos muy difícil.

Por el retrovisor vi como Thalía cerró los ojos y entrelazo sus manos.

—Eh, papá, un rayo nos vendría de perlas ahora mismo. Por favor.

Desvié la mirada guardando silencio, Zeus no respondió, él nunca responde.

El cielo permaneció tranquilo, sin rastro alguno de lluvia o truenos.

—¡Ahí! —Señaló Bianca—¡En ese aparcamiento!

—Quedaremos acorralados.

—Confía en mí.

cruce dos carriles y me metí en el aparcamiento de un centro comercial en la orilla sur del río. Salimos de la furgoneta y bajamos unas escaleras siguiendo a Bianca.

—Es el metro—Informó—Vayamos al sur. A Alexandria.

Compramos los billetes y cruzamos los torniquetes, cada uno tomó su asiento, Zoe y Thalia frente a mi, mientras que Grover y Percy a nuestro lado, Bianca se sentó a mi lado.

Thalia, Grover y Percy se durmieron al instante, solo Zoe, Bianca y yo estamos despiertas.

—¿Cómo lo haces?

Alce mis ojos chocando con los de Zoe, ella me miró con curiosidad.

—¿Hacer que?

—Vivir para siempre.

—Tú también eres inmortal, Zoe.

—No igual que tu, yo puedo morir en cualquier momento, tu no.

—Puedo morir, Zoe—Murmure—Muero cada día, y muero cada vez que algún humano cercano a mi muere. La eternidad no es un regalo, es casi una maldición, porque tienes que ver cómo los humanos cambian diario pero tú sigues igual.

—¿Existió...—Mire a Bianca quien dudo—¿Murió algún humano especial para ti?

—Si—Susurre, inconscientemente mi mirada fue hacia Percy—Su abuela, Estella Jackson, el único humano que me hizo sentir que valía la pena vivir una eternidad entera. Pero los humanos son tan frágiles, duele perder a alguien por una enfermedad, pero duele más perderlo por algo que tú puedes evitar.

ʟᴏꜱ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏꜱ ᴅᴇʟ ɪɴꜰʀᴀᴍᴜɴᴅᴏ|ʜᴀᴅᴇꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora