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El Museo Nacional de Aire y Espacio.
Recuerdo este museo, porque es el único recuerdo agradable que tengo con Kae, ella se encargó de traerme personalmente, se sentó en un banco y me comentó cada pequeño detalle sobres las obras en exposición.
Recuerdo que una lágrima rodó por su mejilla cuando le dije, que era buena madre, después de ese día, Kae nunca más volvió a salir conmigo.
Había pocas personas a nuestro alrededor. Algunas familias y niños seguramente venían por algún tipo de excursión.
Todos subimos hasta la parte más alta quedando al lado de la cápsula de Apolo. Estaban discutiendo sobre qué hacer ahora cuando de repente algo chocó con Thalia provocando que cayera de lleno en la cápsula.
—¡Tú!—Grito Zoë sin dejar de apuntarlo con el arco—¿Cómo osas presentarte aquí?
—¡Percy!—Dijo Grover—¡Gracias a los dioses!
Zoë lo miró fulminante haciendo que el sátiro se sonrojara.
—Oh, no Percy...se supone que no debes estar aquí.
—Luke—Dijo Percy. Todos se tensaron al escuchar el nombre—Está aquí.
—¿Dónde?
Percy les contó todo lo del Museo de Historia Natural, sobre el doctor Espino, Luke y el General. Me encargue de mirar a mi alrededor buscando a Albert, pero no lo encuentro.
—¿El General está aquí?—Dijo Zoë consternada—Imposible. Mientes.
—Percy nunca miente.
—Escuchad, no hay tiempo. Hay guerreros esqueleto—Dijo Percy alarmado.
—¿Qué?—Preguntó Thalia—¿Cuántos?
—Doce—Dijo Percy—Y algo más todavía, ese tipo, el General, ha dicho que había enviado un compañero de juegos para distraernos. Un monstruo.
—Estábamos siguiéndole el rastro a Artemisa—Dijo Grover—Casi habría jurado que conducía aquí. Hay un intenso olor a monstruo.
Sentí un leve dolor en mi pecho, me tambaleo levemente pero por suerte, Bianca quien estaba a mi lado me sostuvo por el codo de manera disimulada. Artemisa...
—Zoe—Hablo—Si es el general...
Kae se había encargado de decirme todo sobre el General, aunque sus palabras alentadoras fueron: "Si alguna vez te lo encuentras, corre".
—¡No puede ser!—Espetó Zoë—Percy habrá visto un mensaje de Iris o alguna clase de ilusión.
—Las ilusiones no resquebrajan un suelo de mármol—Dijo Percy.
Mis oídos zumbaron levemente.
—No hay tiempo—Corte de golpe, sacando mis espadas—Se acerca alguien.
