Capítulo 11

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No sé dónde estaba, solamente le había dicho a la taxista que me llevara a un lugar bonito y ella me dejó aquí: un muelle que estaba a tres cuartos de hora de Mälmo.

Desde la carretera no se veía gran cosa (solamente un pequeño mercadillo con los típicos souvenirs, pequeños puestos de comida y una cafetería), así que me fui directa hacia el paseo de madera que había en el muelle.

Hacía bastante viento, el frío no paraba de estar presente, las nubes tapaban completamente el cielo, la marea desprendía un olor un tanto fuerte debido a que estaba baja, pero por lo menos estaba en un sitio donde no me podía encontrar nadie.

Sigo por el muelle adelante hasta encontrar su final, donde, tras mirar a mi alrededor y darme cuenta de que yo era la única persona que estaba ahí, me siento con las piernas colgando por el borde de madera.

Suspiro y miro hacia el horizonte.

—Si no fueras tan tonta, hoy podrías haberlo conseguido Anaís…— me digo a mí misma, tras recordar lo que había sucedido apenas una hora.

No paraba de tener remordimientos acerca de aquella escena y cada vez que la recordaba la culpa era todavía mayor.

¿En qué estaba pensando? Estoy en una relación con una persona que desconfía de la persona con la que casi me beso esta noche y, como se entere, mi relación amorosa va tender de un hilo… como si no lo estuviera haciendo ahora.

Supongo que me dejé llevar por el momento. El alcohol (que todavía estaba presente en mi sangre), la música, la cercanía, la tensión… todos fueron grandes factores que hicieron que me fuera acercando cada vez más a mi mejor amigo hasta casi rozar sus labios.

¿En qué pensaba Joost? ¿Por qué hizo eso? ¿Por qué me siguió el juego y también dio pie a ciertas cosas? ¿Qué me diría si no me hubiera escapado hasta aquí y siguiera allí, al lado de él?... ¿Qué siente él?

Algunas veces pensé que era correspondida. Sus acciones, su forma de hablar conmigo, los pequeños y tontos regalos que me tiene hecho, las largas charlas nocturnas en casa del otro sobre la vida y sus cosas peculiares; me hicieron pensar que de verdad era correspondida, pero luego pensaba y me daba cuenta de que en realidad no lo era, solamente eran falsas ilusiones mías, las cuales creaba mi cabeza para hacerme creer que mi amor imposible era correspondido.

Nunca he hablado del tema con nadie a excepción de mi hermana, la cual llevaba informada del tema desde el primer día que comenzaba a ver a mi amigo de diferente manera, así que nunca tuve el punto de vista de una tercera o cuarta persona acerca del tema, el cual me pudiera orientar hacia lo que hacer o lo que no.

Durante un tiempo pensé en decírselo a Appie, mi segundo mejor amigo después de Joost, pero creí (y sigo creyendo) que sería una cosa totalmente imprudente. Joost y él eran muy buenos amigos y sabía a la perfección que no se guardaban nada entre ellos, así que sabía que mi pequeño secreto no iba a ser la excepción.

Aparte de esa razón, también pensé que era una pérdida de tiempo. Siempre creí que era un tonto enamoramiento el cual pasaría al cabo de un tiempo… pero, aquí estamos: todavía enamorada de mi mejor amigo después de casi diez años.

Desde que me dí cuenta de que estaba enamorada de él, pensé que si me buscaba a un novio (un chico algo guapo, caballeroso, sin prejuicios…) me conseguiría olvidar de Joost, pero me equivoqué en todos los aspectos. Después de casi diez parejas en lo que llevo de vida, no he conseguido encontrar al chico que le quitara mi corazón a Joost… incluso una vez salí con una chica, a ver si ella le lograba arrebatar el puesto a mi mejor amigo, pero tampoco lo consiguió y tuve que cortar la relación a los cuatro meses de estar juntas porque no íbamos a llegar a ningún lado.

Vrienden || Joost Klein ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora