Capítulo 18

384 45 48
                                    

Después de una mañana y tarde largas, de duro ensaño, entrevistas y comprobaciones de todo tipo, por fin había llegado la hora. En apenas media hora, la semifinal comenzará y se nota.

Los nervios, el estrés, el miedo… se hacen notar en el ambiente dentro del camerino y no nos dejan descansar.

Estaba retocando la peluca de Martijn, comprobando que estaba bien colocada y que la coleta postiza no se salía de su sitio, cuando veo como Joost se sienta en un sofá apartado de todo y esconde su cara entre sus manos, estando sus codos apoyados en sus rodillas.

—Martijn, ¿te importa si…?

—No hace falta que me preguntes; ve a junto de él, lo necesita más que yo— me dice Martijn, viéndome a través del espejo, haciendo que desprendiera la mirada de mi mejor amigo y la pasará hacia él.

Con una sonrisa de agradecimiento dejo a mi amigo y me voy a junto de Joost. Me siento al lado de él y lo miro:

—¿Todo bien?— le pregunto con la voz más dulce que podía poner.

—Sí— me contesta serio, por lo que me estaba mintiendo.— Necesito salir afuera, ¿Me acompañas a fumar?

—Sí, vamos— le contesto. Ambos nos levantamos y después de avisar al resto de que nos íbamos, fuimos hacia la mini terraza a unas habitaciones de distancia que había destinada a los fumadores. Entramos a ella y, para nuestra suerte, estaba completamente vacía, por lo que nos pudimos sentar en un banco apartado de la puerta y cerca de un cenicero.— ¿No te va a hacer daño fumar para la garganta?

—Sí, pero va a ser el único cigarrillo que fume en horas, así que no me queda otra si no quiero que me entre la ansiedad y el mono en medio de la gala— me contesta, sacando su caja de tabaco y encendiendo un cigarrillo.— Sé que no es habitual en ti fumar, pero, ¿Quieres uno?

—Vale, hoy voy a hacer la excepción— digo, cogiendo un cigarro de la cajetilla y encendiéndolo con el mechero. Le doy una calada y, después de tragar el humo, lo expulso por la boca.— ¿Seguro que estás bien? Antes no te noté convencido.

—Sí lo estoy, solo que me noto nervioso y me pongo a sobrepensar en cosas que ahora no vienen al caso y me ponen todavía más nervioso y… sabes cómo soy, no te voy a descubrir la pólvora— dice suspirando, expulsando el humo del cigarro por su boca y volviendo a darle una calada a este.— Tengo miedo de no pasar.

—Vas a pasar; seguro no, segurísimo— le digo.

—Ya, pero eso me lo tienen que decir los jueces, no tú. Aprecio mucho que me esteis apoyando todos, pero cuanto más apoyo tengo, más miedo tengo a decepcionar a la gente por mi actuación o resultado.

—Joost, no vas a decepcionar a absolutamente nadie— recalco la última palabra.— No tienes porqué decepcionar a nadie y no lo vas a hacer; al contrario, todos tienen que estar muy orgullosos de ti por donde estás y por cómo has llegado hasta aquí a pesar de todo.

—No sé…

—Pero lo sé yo y debes de estar seguro de ti mismo allí arriba, encima de ese escenario, y abajo del, porque tú vales para esto y no hay razón alguna para pensar lo contrario.

—También hay que tener en cuenta que hay mas concursantes, que no soy yo solo y, a lo mejor, sus propuestas gustan más y merecen más estar en la final que yo.

—¡¿Qué?!— grito, exagerando.— A lo mejor pueden gustar más, no te lo discuto; pero, ¿merecer?, imposible.

Él me mira y esboza una sonrisa, para luego reírse.

—No sé que clase de don tienes, pero siempre me animas, ¿Cómo lo haces?— pregunta.— Hace cinco minutos me estaba replanteando abandonar y, ahora, tengo más ganas de subir a aquel escenario que otra cosa.

Vrienden || Joost Klein ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora